China valorará a sus ciudadanos con un sistema de puntos a partir de 2021

El gobierno chino sigue adelante con su plan de crear una sociedad totalmente distópica. La capital del país, Pekín, será la primera en adoptar un sistema de puntos que afectará a todos y cada uno de los que residan en la ciudad, y que se mantendrá de por vida.

Se espera que dicho sistema de puntos entre en vigor a partir de 2021, y que posteriormente se vaya extendiendo a otras regiones de China siguiendo el mismo enfoque. ¿Alguien ha dicho Black Mirror? Pues sí, no andáis para nada equivocados.

En teoría el ejecutivo chino tiene pensado realizar análisis de cada uno de los 22 millones de habitantes que residen actualmente en la capital del país. Para ello tendrán en cuenta una gran cantidad de información recopilada de las diferentes agencias del país, y también de diferentes empresas.

Con esa información podrán elaborar un primer perfil que asociarán a cada persona y que determinará el nivel en el que se encuentra. Por ejemplo, aquellos ciudadanos que tienen una buena conducta y que además aportan valor a la sociedad estarán en lo que se considera como «lista verde». Dicha lista les proporcionará una serie de ventajas que se denominan como «crédito social». No hay nada concreto todavía, pero se supone que su vida será «más fácil».

Por contra, aquellas personas que estén en listas inferiores tendrán un «crédito social» menor, y por tanto su vida será un poco más difícil. El límite lo tendremos en las listas negras, que según el gobierno chino mejorarán de tal manera que aquellas personas que acaben integradas en dichas listas no podrán «dar un solo paso». Esto, unido a la consideración de esas personas como «de nula confianza», sugiere que podrían acabar siendo buscadas y arrestadas.

El desarrollo de la tecnología y la elevada censura que existe en China facilita enormemente el establecimiento de un sistema de puntos como éste. Como no podía ser de otra forma no han tardado en surgir voces críticas que aseguran que todo esto reducirá la vida de los chinos a un examen constante, y que podría acabar por «robotizar» y «esclavizar» a la sociedad.

En cualquier caso no hay duda de que un sistema de este tipo es beneficioso para el Partido Comunista Chino, que podrá tener un mayor control y reforzar la censura sobre sus propios ciudadanos, así que podemos dar por hecho que harán caso omiso a cualquier crítica y que seguirán haciendo lo que estimen conveniente para mantenerse en el poder.