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Análisis

Nissan Leaf, la ruta

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«Yo no soy un niño, Sra. Daisy. Y tampoco soy una nuca que Ud. ve mientras viaja.» Hoke Colburn (Paseando a Miss Daisy, 1989)

Todo lo que le han contado hasta ahora, señor Molinero, es fundamentalmente mentira. Nada que tenga que preocuparle, es el error más común de todas las razas que pueblan el universo: sobreestimar sus sentidos y su raciocinio por encima de todo, creer en las así llamadas leyes de la naturaleza como si la naturaleza se rigiera por leyes o algo parecido. Lo cierto y verdad es que cada evento del universo, incluso el más pequeño, está regido por los caprichos de un ser que para divertirnos lo definiremos como un ser superior.

El raciocinio humano en su infinita soberbia ha ido rechazando esta idea en aras de la ciencia. Y sí, como  sospecha ese ser superior es el que ahora mismo se está comunicando con usted a través de su limitado cerebro. Y para demostrarle que realmente esta voz pertenece a ese caprichoso motor del universo desde este mismo instante pasará a ser alérgico a la menta. No es que sea un prodigio que pueda considerarse precisamente bíblico, para entendernos, pero se tendrá que conformar con ello. No suelo intervenir tan directamente pero su incredulidad empezaba a irritarme.

Si alguien, digamos, solvente anunciara que unos meteoritos que se acercan a la Tierra hay muchas reacciones posibles: asomarse a la ventana inmediatamente, informarse enseguida en Internet para ver lo que hay de cierto, gritar y desesperarse, rezar con los párpados y los puños apretados… La industria del automóvil hace ya tiempo que ve los meteoritos por la ventana, el boom del coche eléctrico (al mismo tiempo que la demonización más o menos racional de los motores diésel) aún no ha llegado pero no tardará en caer y acabar con el mercado del automóvil tal y como lo hemos conocido hasta ahora.

Ficha técnica

Y mientras el mundo se pregunta cómo afrontar esa revolución (infraestructuras de carga, producción  de baterías) hay fabricantes como Nissan que ya van por la segunda generación de vehículos eléctricos logrando modestos pero significativos éxitos de ventas como el que han logrado con su modelo Leaf. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la actual generación de este vehículo eléctrico que además de un aspecto radicalmente distinto ofrece numerosas mejoras y algunas soluciones mejorables que pasaremos a valorar en las siguientes líneas de este artículo.

Lo primero es lo primero

Lo primero que hay que decir es que Nissan ha sido una de las pocas empresas de automoción que ha tenido la visión suficiente de no ya presentar prototipos más o menos creíbles en ferias del automóvil sino de poner en el mercado un modelo de coche eléctrico que ha supuesto una verdadera alternativa a los modelos de combustión interna y que ya va por su segunda generación. El Leaf, a pesar de su precio alto como el de todos los modelos elécticos, ha sido y sigue siendo uno de los abanderados de la lluvia de meteoritos que se avecina.

El Leaf ha cambiado mucho desde la anterior generación. Si en origen se trataba de un coche eléctrico diseñado para mostrarse claramente como diferente y en ciertos aspectos incluso peculiar, esta nueva generación del Leaf puede considerarse más convencional, aunque sigue teniendo un diseño que lo distingue, con un aspecto que en ocasiones puede recordar a un monovolumen.

El leaf crece con respecto a la generación anterior tanto en longitud como en anchura. Esto hace que el Leaf mida ahora unos cuatro metros y medio de largo por 1,78 de ancho. El frontal está diseñado con el look nuevo de los turismos de Nissan con la parrilla en forma de V y faros curvados con numerosos relieves que le dan un aspecto moderno pero convencional, como apuntábamos.

Aerodinámica

El perfil de la carrocería está cuidadosamente pensado para optimizar al máximo el coeficiente aerodinámico con un discreto spoiler que resalta bastante gracias al diseño bicolor de la carrocería. La forma de los cristales laterales se encoge en la parte trasera para darle un aspecto más dinámico y termina en un elemento de color negro que da continuidad hasta el portón trasero. Lo malo es que este perfil resta superficie acristalada en las plazas posteriores y por lo tanto reduce algo la visibilidad y luminosidad de esa parte trasera.

Los faros traseros repiten la forma de boomerang de los delanteros y enmarcan una luna trasera alta y oscurecida. Un generoso paragolpes proporcionan una pincelada urbanita a un vehículo que por lógica va a pasar muchas horas lidiando con el tráfico ciudadano. Las llantas tienen también un diseño aerodinámico para ahorrar energía al máximo a la hora de desplazar el Leaf.

Detalles

En lo que respecta al diseño interior la verdad es que el nuevo Leaf decepciona un poco ya que el aspecto es algo anticuado y hereda muchos elementos del Leaf anterior como botones y la pantalla de información. El puesto de conducción es bueno, nos ha gustado más que el del Leaf de la anterior generación con un mejor volante y buena visibilidad aunque la regulación del volante no es perfecta ya que no puede variarse la profundidad. Los acabados en algunas zonas nos han parecido algo pobres, sobre todo la calidad de ciertos plásticos.

Entre los dos asientos encontramos un reposabrazos con un hueco portaobjetos profundo pero no demasiado aprovechable. No hay demasiados huecos para almacenar objetos aparte del que hemos mencionado y en la parte inferior de la consola central el espacio para el teléfono móvil es algo pequeño para las nuevas generaciones de smartphones. El cambio es evidentemente automático y el selector, colocado en la parte central, es un simple selector.

Tampoco nos han entusiasmado las decisiones en lo que respecta a las pantallas de información. En la parte de indicadores tras el volante encontramos una pantalla LCD con bastante información que sorprendemente comparte espacio con un velocímetro analógico un poco anticlimático en un coche que se supone que mira al futuro. La pantalla del sistema de infotainment es la misma que otros modelos de Nissan y resulta también algo anticuada, no por su funcionalidad, que es buena (compatible con Android Auto o Apple Car Play por ejemplo) , sino sobre todo por presentación gráfica.

En lo que respecta a la habitabilidad es bastante buena, superior a la que puede ofrecer por ejemplo un Renault Zoe que es bastante más pequeño. En la parte trasera hay espacio para tres ocupantes con limitaciones pero en general en línea con otros coches de tamaño similar. La altura sin embargo está algo limitada ya que la batería se encuentra en el suelo de habitáculo y por lo tanto los asientos van más elevados de lo normal.

Tampoco hay salidas de aire para las plazas traseras ni tampoco ranura para conectar cable de carga del móvil por lo que las plazas traseras quedan algo desabastecidas. El maletero tiene bastante espacio: hasta 435 litros que podemos ampliar abatiendo los asientos traseros con el consabido sistema 40/60 para alcanzar una capacidad total de 1.176 litros que no está nada mal.

La mejora que más nos ha gustado en este nuevo modelo es que se ha aumentado la amortiguación del ruido ambiente. Así un coche que ya de por sí es muy silencioso como el Leaf ahora lo es más aún y aunque el aislamiento no es tan eficaz como el de un Tesla Model S el silencio es notable y permite disfrutar de la música, como la que en nuestro caso emite el excelente sistema de sonido Bose que equipa el nivel de acabado más alto.

Los cambios

Uno de los cambios importantes de esta segunda generación del Leaf es el del sistema de propulsión eléctrica y sobre todo de las baterías. En este caso el Leaf ofrece 150 caballos y una cifra de par de 320 Nm, que como sucede con este tipo de propulsores está a disposición en todo momento. Gracias a estas cifras el Leaf mejora en aceleración y puede alcanzar los 100 km/h en solamente 7,9 segundos. Eso sí, la velocidad sigue estando limitada a 144 kilómetros por hora.

En el caso de la batería el Leaf ha pasado de los 30 a los 41 kWh lo que permite aumentar su autonomía. Las cifras oficiales de número de kilómetros que el Leaf es capaz de desplazarse sin recargar pasan de los 250 Kilómetros del Leaf anterior a los 378 kilómetros del nuevo según el ciclo NEDC, aunque con el más realista ciclo WLPT la autonomía declarada bajaría a los 270 kilómetros.

La realidad es que en un coche eléctrico la autonomía varía mucho con el estilo de conducción y el tipo de uso, más que con un coche de motor de explosión. Además, al contrario de lo que ocurre con un coche de gasolina o diésel, la autonomía será mayor cuando menos nos metamos en autopista o carretera. En nuestra experiencia con un uso prácticamente al 50% entre recorrido urbano y autopista de circunvalación el consumo es más o menos de unos 15 o 16 kW lo que da una autonomía de unos 250 kilómetros, que sería la más realista para tomar como referencia.

En este nuevo Leaf se han introducido dos tecnologías interesantes. Por un lado el e-pedal y por el otro el PROPilot. El primero permite controlar solamente con el pedal del acelerador tanto la aceleración como la retención del motor, de esta forma y tal y como sucede con otros modelos eléctricos como los Tesla, no tendremos que usar más que un pedal para la conducción normal, aunque en muchos casos tendremos que acudir al freno para detener al coche del todo.

Un solo pedal

El tacto de este sistema no está del todo logrado y se necesita algo de aprendizaje para poder sacarle partido pero una vez le cojamos el truco resulta muy cómodo, sobre todo a la hora de conducir en ciudad. Por otra parte el PROPilot es un conjunto de tres sistemas de ayuda a la conducción: control de crucero adaptativo, control de mantenimiento en el carril y control de conducción en tráfico que es capaz de detener el coche y ponerlo en marcha según lo que haga el vehículo que nos precede.

Como se puede ver no se trata un sistema de conducción autónoma completo pero sí que resulta muy cómodo. Además de estos sistemas el Leaf también dispone del PROPilot Park, un sistema de aparcado automático que por primera vez no solamente tiene en cuenta los obstáculos sino también las marcas en el asfalto para realizar la maniobra.

En cuanto a la conducción hemos notado que el Leaf es más refinado que otras opciones, con un tacto más dinámico que permite disfrutar de recorridos virados, aunque como sabemos eso limitará la autonomía. Como sucede con los coches eléctricos, que suelen tener las baterías en la parte inferior del chásis, el centro de gravedad bajo favorece que la estabilidad en curva sea muy buena y eso añade buenas sensaciones en curva.

En lo que respecta a la carga de las baterías el Lead dispone tanto de conector tipo Menekkes, que permite realizar una carga completa en entre 5,5 a 7,5 horas en un cargador de pared como de conector de carga rápida CHAdeMo, con la capacidad de reponer la carga de la batería hasta el 80% en unos 40 minutos. Con el adaptador proporcionado por Nissan también podemos cargar a través de un enchufe convencional, pero en ese caso la carga durará unas 20 horas.

Conclusiones

No hay ninguna duda de que esto nuevo Leaf es un buen competidor en el mercado de los coches eléctricos y supone un avance con respecto a su predecesor. Pero la verdad es que la impresión que da es que se trata solamente de una etapa, de un trabajo en curso que no parece haber llegado aún a la meta. Los acabados y la pantalla del sistema de infoentretenimiento así como la ausencia de ventilación en las plazas traseras y otros detalles deberían revisarse para ponerse a la altura de un coche del precio del Leaf. No es que sean problemas graves pero sí que mejorarían mucho el conjunto.

En cuanto al funcionamiento el Leaf es impecable, queda por lograr un sistema de conducción autónoma más completo pero eso sí que es un futuro algo más lejano. Lo que sí que es actualizable y parece necesario que se haga es la autonomía, que es suficiente para uso urbano pero escasa para salidas fuera de la ciudad (sobre todo teniendo en cuenta la deficiente infraestructura de cargadores públicos en las carreteras). Ya se habla de una versión del Leaf con una batería de 55 kWh que mejorará mucho este aspecto.

Valoración final
8 NOTA
NOS GUSTA
Mejor habitabilidad y maletero
Más autonomía y prestaciones
A MEJORAR
Acabados mejorables
RESUMEN
Un paso adelante con respecto a la versión anterior pero con detalles mejorables. En conjunto un buen eléctrico.
Prestaciones8
Diseño7.5
Consumo9
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento7

 

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