Análisis
Starlink: Battle for Atlas, análisis para Switch
Anunciado por primera vez a través de un teaser oculto en una misión de Watch Dogs 2, finalmente ha llegado Starlink: Battle for Atlas, este nuevo juego de acción con el que Ubisoft se atreve a apostar por el género “toys-to-life” y los periféricos.
Con antecedentes exitosos como Skylanders, y otros que corrieron menos suerte como el ya cancelado Disney Infinity, lo más llamativo de este juego son sin duda los modelos de naves, pilotos y armas que deberemos usar en la vida real para poder jugar dentro de la consola.
Sin embargo, aunque la idea de incluir esta clase de periféricos y juguetes esté más enfocada hacia el público infantil, también tiene cabida en los usuarios a los que les guste el coleccionismo, quedando como objetos bastante resultones para exponer.
En esta ocasión hemos tenido la suerte de poder probar la versión de Switch que, aunque ha resultado algo inferior en el apartado técnico (sobre todo a la hora de jugar en el modo dock) cuenta con la integración en exclusiva de los personajes y naves de los clásicos Starfox.
Monta y controla tu nave de manera sencilla
El sistema de Starlink: Battle for Atlas resulta bastante simple. Contaremos con un nuevo adaptador para los mandos de la Switch, muy parecido al incluido con la propia consola, y en el que podremos conectar nuestro piloto y nave.
Si bien merece la pena tratar con cuidado todos los accesorios, éstos han resultado ser bastante más resistentes de lo que pueden aparentar en un primer momento, por lo que no se debe tener miedo (que no cuidado) a la hora de manejarlos.
En cuanto a los controles, no nos hará falta más que unos minutos de juego para hacernos con la dinámica de los mismos. Con el joystick izquierdo podremos controlar la potencia y dirección de los motores, pero será con el joystick derecho con el que apuntemos, y realmente manejemos la dirección de vuelo.
También contaremos con un botón para utilizar un pequeño turbo, y otros dos para realizar pequeños saltos y esquivas. Para atacar contaremos con dos armas, una en cada ala, que se dispararán con los gatillos LZ y RZ, variando algunas funciones según el accesorio equipado, pudiendo usar en algunos casos ataques cargados manteniendolos pulsados.
Tanto cuando nos desplacemos por la superficie, como cuando volemos por el espacio, el movimiento de la nave estará limitado por una cámara fija en un eje horizontal, lo que nos fijará la vista al frente sin permitirnos rotar. Sin embargo, sí podremos cambiar a un modo de vista trasea, pulsando del joystic izquierdo, o utilizar un pequeño zoom, al pulsar el joystick derecho.
Más que un juego de naves
Si piensas que Starlink: Battle for Atlas se centra sólo en el típico juego de disparos con naves, estás bastante equivocado. Con este género de acción como núcleo, el juego cuenta con grandes influencias de otros juegos recientes como No Man’s Sky.
De hecho, tendremos que invertir gran parte de nuestro tiempo de juego en la parte de exploración: analizando la fauna, habilitando nuevos puestos de extracción de recursos y campamentos de exploración, o derrotando enemigos para despejar las ruinas antiguas.
A esto se le suma la necesidad de farmear créditos y minerales, que deberemos emplear para poder aumentar el nivel de la Equinox, la nave nodriza y base de operaciones, y así avanzar con la historia.
Las constantes tareas de recolección pueden llegar a hacerse bastante tediosas, casi forzándonos a recurrir a buscar automatizar al máximo estos procesos mediante alianzas con los nativos de cada planeta cumpliendo diversas misiones secundarias.
Así pues, el juego combina la gran posibilidad de exploración con un gran toque de recolección e investigación, y diversos toques roleros que nos permitirán subir de nivel y mejorar cada una de las naves, personajes y armas.
Y es que nada es sólo estético en este juego. Cada piloto cuenta con sus propias habilidades especiales, cada nave tiene un peso y una fuerza distinta, y cada arma cuenta con modo de ataque, un enfriamiento de disparo, y un elemento concreto.
Personalmente también me ha gustado mucho el hecho de que el juego mantenga el uso de la lógica y las físicas. Pudiendo añadir alas adicionales a las naves, sin embargo, esto provocará un aumento en el peso de la misma, y nos impedirá levantar la nave en vuelo.
Además, Starlink cuenta con un modo multijugador, en pantalla partida, que nos permitirá la posibilidad de recibir apoyo de un segundo jugador durante la campaña y cualquier momento, salvo durante el uso de la consola en modo portátil.
Starlink fue una apuesta para enamorar a Miyamoto
Un detalle curioso del juego es que el equipo encargado de Starlink: Battle for Atlas, diseñó e implantó las naves y personajes de Starfox incluso antes de lograr la aprobación de los derechos por parte de Nintendo.
Impulsados por el fuerte deseo de ver esta colaboración hecha realidad, Ubisoft presentó el juego frente a Nintendo por primera durante el E3 de 2017, donde logró captar la atención de que Reggie Fils-Aimé, presidente de Nintendo América, que no tardó en trasladar la idea a la firma en Japón tras probarlo.
Así pues, Starlink se presentó directamente frente a Shigeru Miyamoto y el estudio original de StarFox, con un primer modelo 3D de la nave Arwing que no tardó en enamorar al propio Miyamoto, y que finalmente permitió la aparición del equipo del mítico Fox McCloud en el título.
Dependencia ante los accesorios, pero no necesariamente física
Con un catálogo actual de 7 naves, más de 15 armas, y 10 pilotos, Starlink: Battle for Atlas se comercializa bajo un pack de iniciación que contiene, además del adaptador especial para los Joy-con, sólo 1 nave, 1 piloto y 3 armas (2 pilotos y 2 armas en el caso de la versión para Switch), quedando el resto de opciones relegadas a las compras adicionales.
Además, aunque por el momento no hemos tenido ningún problema, el juego hace uso de la necesidad de utilizar cierto tipo de armas para acceder a algunos puntos del mapa o poder derrotar a ciertos enemigos, por lo que es posible que en futuras expansiones de contenido se lleguen a dar casos de necesidad de comprar nuevos accesorios.
Aunque bastante resultón, a mi gusto personal, la necesidad de tener que jugar con estas naves, de un tamaño considerable, siempre en las manos, puede llegar a resultar ligeramente molesto, ya que no nos permite muchas veces adoptar posturas más cómodas para jugar.
Sin embargo, un punto muy a favor es que Starlink ya cuenta con un par de soluciones bastante ingeniosas para evitarnos este problema. Y es que tendremos la posibilidad de comprar los accesorios en versión digital, pudiendo así jugar sin la necesidad de los juguetes.
Además, cada vez que conectemos un juguete a través del adaptador, contaremos con una semana para utilizarlo en nuestra consola de forma “remota y digital”, lo que en el caso de la Nintendo Switch, nos permite también jugar en el modo portátil.
Como bien os comentábamos antes, la versión de Starlink: Battle for Atlas de Switch cuenta con una edición especial con la nave física de Starfox, el Arwing. Uno de los problema que tuvimos durante nuestra prueba fue que, una vez inutilizada esta nuestra nave, no eramos capaces de utilizar la segunda nave disponible, en formato digital.
Y es que parece faltar un tutorial que nos explique el uso de los accesorios digitales. Para poder hacer uso de los mismos, deberemos tener los mandos en modo remoto, o lo que es lo mismo, fuera del soporte especial del juego. Una vez hecho esto, el juego nos ofrecerá la opción de cargar modelos digitales y equiparlos desde el menú de la nave.
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