Tron compra BitTorrent ¿Adiós a sus servicios de consumo? ¿Y el protocolo?
Tron, una startup especializada en Blockchain, ha confirmado la compra de BitTorrent por un montante no determinado que ascendería a 126 millones de dólares, según medios estadounidenses. ¿Mantendrán sus servicios de consumo? ¿Está en riesgo el propio protocolo usado en sistemas de intercambio de archivos bajo redes P2P?
El fundador de Tron, Justin Sun, dice que el acuerdo hace de su empresa el «ecosistema de Internet descentralizado más grande del mundo». Una gran operación para una compañía relativamente nueva en Blockchain, una tecnología de cadena de bloques que está pegando fuerte en aplicaciones empresariales de todo tipo, más allá de su uso en seguridad para operaciones con criptomonedas.
Y por aquí puede venir el interés de Tron. BitTorrent aseguró el mes pasado en un comunicado que «no tenía planes de cambiar lo que hacemos o cobrar por los servicios que brindamos. No tenemos planes de permitir la extracción de criptomonedas ahora o en el futuro». Obviamente, ahora quien decidirá su futuro será Tron y sus planes pueden ser diferentes como utilizar su nueva base de usuarios (más de 100 millones) para uso en extracción de su criptomoneda TRX.
Aunque está muy por debajo de Bitcoin y Ethereum, este token de Tron ha sido una de las criptomonedas de más rápido crecimiento en el mercado y se usa, por ejemplo, por los 90 millones de usuarios del sitio de adultos Pornhub.
¿Y dónde queda BitTorrent?
La venta a Tron cierra un capítulo en la historia turbulenta de BitTorrent. Si bien estaba comprometida con la noción de una Internet descentralizada, aún tenía que funcionar como un negocio monetizando sus servicios, salvando, de paso, las acusaciones de piratería por el uso de su cliente. Los intentos de encontrar una aplicación o servicio que ayudara a BitTorrent a dar la vuelta a la situación financiera no han funcionado.
La más ambiciosa, BitTorrent Now, es (o era) una plataforma de streaming de música y vídeo bajo demanda con la que pretendían competir con servicios como el de Spotify. No funcionó y llegaron los despidos de personal y también de sus CEOs. No está claro si este servicio se puede relanzar, ni el mantenimiento del cliente BitTorrent, ni el protocolo del mismo nombre, actualmente el más popular del mercado para intercambio de archivos en redes punto a punto o P2P.
El personal de BitTorrent pasará a trabajar en las oficinas de Tron en San Francisco. Y no sabemos más. No hay garantías de que los servicios de BitTorrent se mantengan.