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Análisis

Renault Koleos: razones

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«Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón quise ser un gángster» Henry Hill, Uno de los nuestros (1990)

No me mires así, sabes que no he podido evitarlo, que todo lo que me ha acompañado en esta vida ha sido tristeza y rabia desde mi propia concepción o mi nacimiento a cada minuto pasado en las sucias calles de ese barrio infecto y lleno de estúpidos perdedores en los que aún viven mis padres. Tristeza y rabia como la primera vez que me mandaron a la escuela, sabía que me pegarían desde la primera mirada al subir las escaleras, esa sonrisa de superioridad de Bill Rashman con esos dientes amarillos de rata. Tristeza y rabia cuando me despidieron de la fábrica sin previo aviso, tristeza y rabia cuando volví a contárselo a mi mujer.

Me alisté por tristeza y rabia y triste fue el viaje hasta el frente con apenas una semana de instrucción, como decía mi sargento era suficiente con saber por qué lado del rifle salía la bala, rabia cuando descubrí que nos habían abandonado en esa colina castigada por la artillería enemiga «por razones tácticas». Tristeza cuando descubrí que en mi barrio nadie me reconocía o quería reconocerme, rabia cuando me enteré que mi mujer no me había esperado y no había dejado ni una dirección, suerte que no tuvimos hijos, por mi culpa decía ella. Así que ahórrate esa mirada impertinente y dame el dinero de la caja.

Hay ciertos fabricantes de automóviles cuya estrategia es la de cubrir todos los huecos posibles ofreciendo propuestas para todos y cada uno de los segmentos y si es posible competir en ellos con fuerza. Una de las pocas empresas que se lo puede permitir es Renault que para conseguirlo es verdad que cuenta con la inestimable alianza de Nissan en el caso del mercado de los todoterreno y SUV. Y en este caso se trata de un aliado con una experiencia muy amplia y con rotundos éxitos como el Qashqai para avalarle así que la presencia de Renault, como hemos visto en otros modelos, es una presencia con garantías.

Ficha técnica

El caso que nos ocupa es el del gran Koleos, un modelo que en esta ocasión se basa en la plataforma del Nissan X-Trail, un todoterreno con pedigrí que desde luego supone una buena base con la que trabajar. A diferencia de su primo japonés el lápiz del diseñador de la carrocería no ha seguido las pautas que se esperan de un voluntarioso y trabajador visitante de las pistas de tierra sino que ha seguido un estilo más refinado y francés con líneas mucho más refinadas y esbeltas que sin embargo no pueden ocultar que se trata de un coche de gran tamaño.

A distancia

El Koleos sigue a cierta distancia la estética de su hermano el Kadjar pero con detalles más refinados, fruto también del acabado exclusivo llamado Initiale que equipaba la unidad que hemos probado. En la parte delantera luce un radiador de gran tamaño con el logo de Renault en el centro y flanqueado por estrechos faros con forma de gota. Lo que no hay duda es que este nuevo Koleos se desmarca años luz del diseño del antiguo modelo con aspecto mucho más tosco y aburrido que realmente pasó algo desapercibido en el mercado, este Koleos tiene pinta de competidor.

El perfil sorprende por la impresión que da de estilizado gracias también al diseño de las taloneras y a la forma envolvente de la carrocería. En la parte trasera los grupos ópticos también son alargados y casi se unen en el maletero dando una imagen inconfundible y muy moderna al conjunto con detalles que le hermanan con el Renault Talisman. Es un coche grande con una longitud de 4,67 metros que sin embargo no ha convencido a Renault para ofrecer la opción de siete plazas, cosa que sí dispone como opción su hermano japonés X-Trail y muchas de las opciones de la competencia.

Nos han gustado las llantas de radios con acabado diamante que también dan un toque de berlina a un coche que por características puede ser el más todoterreno de la gama de la marca francesa. Los espacios acristalados son amplios en la zona delantera pero el capricho del diseñador ha querido que se estrechen en la zona de atrás dejando unas ventanillas algo estrechas en la parte posterior y una luna algo elevada en el portón de atrás lo que perjudica algo la visibilidad trasera (nada que no se arregle con unas cámaras y una pantalla imponente como veremos más adelante).

Exclusividad

La exclusividad del acabado Initiale sin embargo solamente se aprecia por completo al entrar en el habitáculo. Las taloneras ya avisan con el texto Initiale París que se trata de una edición especial (como ya pudimos ver cuando probamos el Talisman) con acabados en cuero Nappa para los asientos, el volante y la caja de cambios en cuero así como algunas decoraciones del salpicadero y otros elementos del interior. Los acabados en plástico están muy conseguidos y dan la impresión de vehículo «premium» incluyendo plásticos blandos en muchas zonas y tapizado en otras como el hueco de las puertas.

El puesto de conducción y del acompañante son comodísimos, tanto como los que probamos en el Talisman y que nos dejaron tan buena impresión. Con el añadido en este caso que el acceso es mucho más cómodo al estar el coche más elevado y ser más alto además de la gran apertura de las puertas delanteras. Los asientos con el acabado Initiale están refrigerados y calefactados además de disponer de todo tipo de regulaciones eléctricas, pero como decimos sobresalen por la comodidad y por otro lado el buen agarre en cualquier circunstancia de la carretera sin tener que apoyarnos o sujetarnos incluso en curvas cerradas.

El equipamiento de este acabado incluye el sistema de información y entretenimiento R-Link 2 con la imponente pantalla de 8,7 pulgadas dispuesta verticalmente que ya pudimos ver en el Renault Talisman con una gran calidad de visualización. Lo más interesante, como ya vimos, es la posibilidad de tener la pantalla partida para poder ver información de dos funciones de forma simultánea. El funcionamiento es quizás algo lento con respecto a otros sistemas pero con unos menús accesibles e intuitivos que hacen que su accionamiento sea más cómodo que con otros sistemas.

Todo digital

Como en otros modelos de Renault la parte de la instrumentación se resuelve con una pantalla de siete pulgadas flanqueada por el indicador de temperatura a la izquierda y el del depósito de gasolina a la derecha. Podemos configurar distintas visualizaciones como cambios de color, tipo de información a mostrar y otras personalizaciones que podemos cambiar en cualquier momento. La información de los giros que tenemos que hacer cuando utilizamos el navegador también se pueden mostrar pero no el mapa detallado como en otros modelos como los de Volkswagen con sistemas similares.

La amplitud del interior se traduce también en una buena cantidad de huecos y compartimentos para almacenar objetos que están muy a mano y son realmente prácticos. Por ejemplo podemos encontrar huecos para bebidas en la zona de la palanca de cambio y delante de la misma un compartimento que puede utilizarse para el teléfono móvil, aunque no demasiado grande. En el reposabrazos encontramos otro compatrimento en el que hay dos tomas USB. Esto resulta práctico y a la vez favorece la seguridad porque si conectamos el móvil a una de las tomas y lo metemos en dicho compartimento no tendremos la tentación de utilizarlo o ver su pantalla.

En la parte trasera como decimos no hay posibilidad para transportar siete ocupantes, pero por contra el espacio disponible para los tres pasajeros es excepcional tanto en altura como en anchura y longitud. Se viaja extremadamente cómodos sea cual sea nuestra talla y el buen acabado también de la parte trasera hace que viajar de pasajero sea una experiencia agradable con doble salida de ventilación para la parte de atrás y dos conexiones USB. Como es habitual en estos casos al haber reposabrazos central el viajero que viaja en medio lo hace algo menos cómodo precisamente porque en su respaldo está el mencionado reposabrazos.

Capacidad

En lo que respecta al maletero el sacrificio de las plazas adicionales también se ve reflejado en su capacidad de carga, que roza los 500 litros con una superficie bastante regular. No es el que mayor maletero tiene pero desde luego se codea con los más capaces en este sentido. Si abatimos los asientos posteriores, cosa que se realiza con una operación sencilla, podemos alcanzar los 1.700 litros. En la parte del piso del maletero, como en otros turismos y SUV, hay una compartimento en el que podemos almacenar otros objetos, más bien orientado a herramientas por ejemplo.

En lo que respecta al rendimiento de este SUV de Renault estamos ante una mecánica diésel de 177 caballos con cambio automático y tracción total. A pesar de las buenas cifras y a que el coche no de la sensación de estar falto de potencia ni mucho menos, el peso, la caja de cambios y la configuración de la dinámica del coche hacen que este Koleos no sea un coche agresivo a la hora de conducirlo. El tacto de la dirección y el tarado de las suspensiones también es algo blando y muy asistido en el caso del volante por lo que no invita demasiado a una conducción dinámica.

Mejor recto

Al afrontar terrenos con curvas a cierta velocidad el coche no es ni mucho menos impreciso pero no transmite tampoco sensación de aplomo, quizás algo más en la salida de las mismas. Eso sí, la tracción integran contribuye a proporcionar una excelente sensación de control en cualquier circunstancia, pero no es un coche que invite a correr como pasa con algún otro modelo de la competencia. Es sobre todo un coche al que no le importa hacer muchos kilómetros, sobre todo con el acabado Initiale que incorpora un sistema de sonido Bose que junto con la buena insonorización ofrece una experiencia de viaje excelente.

En carreteras poco viradas sin embargo el Koleos se encuentra más a gusto y luce los 9,5 segundos para alcanzar los 100 kilómetros por hora que aunque no es una prestación de record es una buena cifra para un coche de la masa del modelo francés. Por otro lado las suspensiones son bastante cómodas mientras no se las ponga demasiado a prueba pues en los baches hemos notado que transmitía algo demasiado las irregularidades. No es un coche pensado para excursiones fuera del asfalto pero gracias a su tracción total se desenvuelve bien en casi cualquier pista de tierra y superando obstáculos no demasiado difíciles.

Conclusiones

El Koleos es un modelo que ha dando grandes pasos con respecto a generaciones anteriores, con un diseño exterior mucho más dinámico y moderno y con unas aportaciones por parte de Nissan que lo convierten en un SUV de primer orden en cuanto a sus fundamentos. Renault ha tenido el acierto además de combinar estos elementos con su peculiar manera de interpretar el lujo (sobre todo en la versión Initiale París) y los sistemas de información y entretenimiento por lo que la vida abordo es tan confortable como la que puede ofrecer su comodísimo Talisman.

Solamente algún pero en las prestaciones y en comportamiento y la sorprendente decisión de no ofrecer las dos plazas adicionales que permite prácticamente el resto de la competencia (incluido su primo el Nissan X-Trail) pueden apearlo de los primeros puestos de las preferencias de los SUV de gran tamaño pero lo que es indudable es que con este Koleos la alianza Renault / Nissan sigue gozando de buena salud y generando modelos muy interesantes que combinan el conocimiento que ambos fabricantes tienen en distintos aspectos de la fabricación de automóviles.

Notas finales

8Nota

Prestaciones7

Diseño8

Consumo7

Confort9

Sistema de Infoentretenimiento8

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