Procesadores Core frente a procesadores Ryzen: ¿qué debe mejorar Intel?

Los procesadores Ryzen de AMD se han convertido en una amenaza cada vez mayor para el gigante del chip. Su dominio no está cuestionado a corto ni a medio plazo, pero representa un riesgo claro que nos deja una pregunta interesante: ¿qué debería mejorar Intel para reducir el impacto de esa nueva generación de CPUs en su cuota de mercado?

Hardware Unboxed ha publicado un vídeo bastante completo en el que recogen las cosas más básicas que debería mejorar Intel para competir de una manera más efectiva con los nuevos procesadores Ryzen de AMD, y lo cierto es que en general han acertado. Os dejo un resumen con lo más importante:

1. Volver a utilizar soldadura en el IHS (difusor térmico): Intel no lo hace desde la serie Core 2000 porque le permite «reducir costes», pero tiene una consecuencia importante y es que afecta a las temperaturas de trabajo y puede reducir la vida útil de sus procesadores.
2. Mejorar el disipador de serie: los procesadores Intel vienen con ventiladores muy pobres. En la mayoría de los casos cumplen y no hace falta cambiarlos, ya que los procesadores que los traen de casa vienen con el multiplicador bloqueado y no soportan overclock, pero no siempre es así. Por ejemplo el modelo de 73 vatios que viene con el Core i7 8700 es incapaz de evitar que la CPU sufra pérdidas de frecuencia por exceso de calor, lo que significa que no es adecuado para dicho procesador.
3. Un precio mejor ajustado: la llegada de Ryzen y de Threadripper ha obligado a Intel a bajar precios. El gigante del chip ofrece algunos procesadores a precios muy atractivos, como el Core i3 8100 o el Core i5 8400, pero si miramos en la gama alta nos seguimos encontrando con precios muy altos que no son competitivos frente a sus alternativas dentro de la serie Ryzen y Threadripper.
4. Permitir el overclock en todos sus procesadores: es poco probable porque supondría renunciar a un modelo de negocio muy lucrativo para Intel que no se limita a la serie «K», sino que se extiende a los chipsets serie «Z», pero sería muy beneficioso para el usuario.
5. Alargar el ciclo de vida de sus sockets: en lugar de «forzar» el cambio de placa base cada uno o dos años Intel debería seguir el ejemplo de AMD y ofrecer un mayor ciclo de vida en sus plataformas actuales. Tres años sería el mínimo ideal.