Análisis: Little Nightmares Complete Edition (Switch)
Lanzado hace un año para Pc, Xbox One y PS4, finalmente el título de horror y plataformas de Tarsier Studios llega a la Nintendo Switch con Little Nightmares Complete Edition. Este título incluye la historia original de Six, además de la historia de Kid, y todas las expansiones que se lanzaron del juego para el resto de plataformas.
Conocidos por ser unos de los principales desarrolladores del Little Big Planet, esta desarrolladora nos sorprendió con un juego de una estética totálmente contraria, y que pone a los jugadores en un estado continuado de tensión e incertidumbre. Little Nightmares Compelte Edition nos presenta un juego de habilidad, sigilo y resolución de puzles, rodeado por ambientación oscura y con tonos de terror.
Escapa de la oscuridad de Las Fauces
La historia principal se centra en Six, una niña con un abrigo de pescador amarillo que, tras haber sido secuestrada, tendrá que enfrentarse a sus más profundos miedos. Atravesando un mundo de pesadillas del que intenta escapar, Las Fauces, un misterioso barco que sirve como lugar de desenfreno para los más oscuros capricho de unas gigantes y grotescas criaturas.
Deformes y sucios, y con un tamaño monstruoso comparado con nosotros, estos personajes presentan todos los elementos para agitarnos. Moviéndose y vagando de forma errática, y profiriendo sonidos agonizantes, están criaturas nos acecharán y perseguirán por todas las habitaciones y agujeros posibles.
Y es que en muchas ocasiones nos veremos obligados a pasar a hurtadillas detrás de ellos, escabullirnos entre los muebles sin ser vistos, o simplemente correr despavoridos ante sus ojos tratando de salvar nuestra vida. Sin duda la tensión es un elemento clave y genialmente logrado en Little Nightmares. El simple hecho de ver a uno de estos seres en la siguiente habitación nos hace un nudo en el estómago.
Controles y jugabilidad
Comenzaremos el juego sin ninguna ayuda, sin saber ninguno de los controles, y sin nada más que la oscuridad para acompañarnos. Pronto descubriremos los controles básicos, que se centran en cuatro simples acciones: saltar, agacharnos, agarrar cosas, y encender nuestro mechero, que aportará una diminuta fuente de luz para los escenarios más lúgubres.
Con un sistema de desarrollo lateral, el juego se basa en pequeños escenarios 3D en los que podremos movernos con total libertad, y en los que encontraremos distintos desafíos para poder continuar: desde puzles con palancas, plataformas y puertas con temporizador, hasta las persecuciones de monstruos y las carreras de obstáculos. No todas las habitaciones contarán con acertijos o acciones obligatorias, ofreciéndonos pequeños descansos y pudiendo en muchas de ellas pararnos a disfrutar de la increíblemente detallada ambientación.
Pequeños detalles con grandes efectos
Sin embargo, es en los propios detalles del juego, con escenarios triviales como un dormitorio o una cocina, donde sale a la luz como esta pequeña mezcla de inquietud y sordidez provocándonos sentimientos para que, a cada momento, nos sintamos incómodos y en un lugar en el que no deberíamos estar.
Más allá de su estética oscura o desagradable, la simplicidad de la banda sonora junto con los detalles de sonido son los que más nos erizan los pelos: el crujir de los pasos en la madera, el eco de los objetos al caer contra el suelo, los miembros de estas criaturas arrastrándose, o los sonidos realistas de la carne cortada con brutalidad.
A medida que el juego avanza, el mensaje del mismo también va evolucionando, dejándonos ver la verdadera trama que nos ha estado acompañando desde el comienzo de forma sutil. Cargada de elementos metafóricos y simbólicos, podemos ver los cambios de las representaciones de miedos y preocupaciones infantiles hacia matices cada vez más adultos, culminando con un clara crítica socio-política presentada de una manera velada.
Conclusiones
Little Nightmares es una pequeña obra de arte sin pulir. Aunque con un mensaje profundo, una estética y una calidad de sonido de lo más logradas, el juego acaba resultando muy corto, incluyendo el hecho de pecar de obligarnos a la repetición de muchas de las escenas, buscando la manera adecuada de resolver cada acertijo y sortear a la muerte.
Si bien es de agradecer que el título cuente con todas las expansiones anteriores, alargando el tiempo de juego, no deja de ser una recopilación adaptada para la portátil de Nintendo, por lo que el precio final de 39,99 euros puede resultar algo excesivo.
No obstante, se trata de un juego de mucha calidad, y que puede resultar en que mucha de la gente que no llegó a jugarlo en su lanzamiento, pueda disfrutar del mismo. Sin duda considero Little Nightmares uno de esos juegos a los que debes jugar y completar al menos una vez.