SSDs y rendimiento en juegos: Todo lo que debes saber
Los SSDs se han convertido en una solución de almacenamiento muy buscada tanto para uso profesional como para uso particular. No hay duda de que su alto rendimiento ha jugado un papel clave en su popularización, pero no debemos olvidar que la bajada del coste por gigabyte también ha sido fundamental.
Aunque es cierto que la memoria NAND Flash ha experimentado un encarecimiento considerable durante los últimos meses el precio de los SSDs ha descendido de forma gradual durante los últimos años hasta quedar al alcance de casi cualquier persona Ya no son algo prohibitivo; su utilización se ha extendido a todos los sectores y hay modelos con capacidades y prestaciones diversas que se ajustan a casi todos los presupuestos.
En líneas generales todos tenemos bastante claro qué es un SSD y cómo funciona, pero a la hora de asociarlo al gaming todavía se mantienen algunos mitos que siguen generando ciertas dudas. Por ello hemos querido hacer este artículo especial estructurado en formato de preguntas y respuestas, en el que os ayudaremos a tener claro qué aportan realmente los SSDs en un equipo gaming y qué no.
Sin más empezamos, esperamos que os guste y os recordamos que podéis utilizar los comentarios para consultar cualquier cosa que no os haya quedado clara.
¿Los SSDs aumentan los fotogramas por segundo en juegos?
Es una de las preguntas más importantes y también de las que más dudas genera; ¿puede un SSD mejorar el rendimiento bruto en juegos? Muchos creen que no pero la realidad es totalmente distinta.
Una unidad SSD puede ayudar a mejorar la tasa de fotogramas por segundo en juegos, aunque es cierto que tiene un impacto menor y que en muchos casos la diferencia puede ser residual.
Cuando ejecutamos un juego éste tiene que realizar operaciones de lectura del disco para cargar diferentes elementos como las texturas por ejemplo, que pueden llegar a ser bastante pesadas. En un SSD los tiempos de acceso son menores y la carga se realiza con mayor rapidez, lo que puede ayudar a reducir los efectos de «popping» y a dar un empujón leve a los FPS.
Ya lo hemos dicho pero lo repetimos, la diferencia en términos de FPS es baja (medias de 3 a 5 FPS) pero existe. En este caso lo más importante es esa mejora en la carga de las texturas y de los elementos el juego, ya que puede mejorar bastante la experiencia en muchos casos.
¿Es verdad que los SSDs reducen mucho los tiempos de carga?
Sí, de hecho es una de sus ventajas más importantes. Un juego puede cargar hasta el triple de rápido en un SSD gracias a sus menores tiempos de acceso y a sus mayores velocidades de lectura.
Para que entendáis mejor esto basta con repasar un poco más a fondo esos dos datos:
SSD:
- Tiempo de acceso medio de 0,1 ms.
- Velocidad media de lectura secuencial: 500 MB/s.
- Operaciones medias de lectura aleatoria: 10.000 IOPS (Samsung 850 EVO).
HDD:
- Tiempo de acceso medio de 8 ms.
- Velocidad media de lectura secuencial: 150 MB/s.
- Operaciones medias de lectura aleatoria: 83 IOPS (WD Black).
En juegos como GTA V por ejemplo la carga de la prueba de rendimiento sintética carga en 26 segundos utilizando un SSD, mientras que con un HDD de 7.200 RPM sube a 55 segundos, una diferencia abismal que se extiende a cualquier juego de nueva generación en mayor o menor medida.
Teniendo en cuenta que hay títulos con pantallas de carga bastante frecuentes y relativamente largas (Destiny 2, Fallout 4 y Dark Souls III son tres buenos ejemplos) la ventaja que supone usar un SSD es evidente, ya que sufriremos menos esperas y disfrutaremos de una mejor experiencia.
¿Es malo utilizar un SSD para instalar juegos?
Es un mito importante que está relacionado con los ciclos de escritura que soporta una unidad SSD antes de entrar en modo de sólo lectura.
Con el paso de los años este tipo de unidades de almacenamiento ha experimentado una mejora importante en términos de estabilidad y de fiabilidad, hasta tal punto que es posible encontrar unidades de 500 GB que soportan decenas de terabytes de escritura.
Esto quiere decir que su vida útil es bastante larga y que podemos utilizarlos sin problemas para instalar y desinstalar juegos con relativa frecuencia si que debamos preocuparnos.
Con todo en casos extremos es mejor optar por HDD como complemento si vamos a hacer instalaciones y desinstalaciones de juegos muy pesados a diario.
¿Es imprescindible comprar un SSD PCIE?
Actualmente la mayoría de los usuarios utilizan SSDs con interfaz SATA III por una razón muy sencilla; son relativamente económicos y ofrecen un excelente nivel de rendimiento.
Con la llegada de los SSDs PCIE en sus diferentes versiones (directos al slot y M.2) ha surgido una corriente que prácticamente impone la compra de éstos para tener una buena experiencia de uso, pero en realidad no tiene sentido.
Es cierto que las diferencias son enormes ya que un SSD SATA III ronda los 500 MB/s y los modelos PCIE alcanzan los 3.500 MB/s, pero los juegos actuales no son capaces de aprovechar esas enormes velocidades, lo que significa que para cualquier usuario la primera opción es más que suficiente para disfrutar de una experiencia totalmente óptima.
Notas finales
Creo que a día de hoy tener un SSD es importante y muy recomendable. Los únicos casos en los que contemplo el uso único de un HDD es en equipos de bajo presupuesto en los que la capacidad de almacenamiento sea fundamental, como por ejemplo en los ordenadores de bajo coste para gaming.
En caso de que tengáis un presupuesto reducido os recuerdo que podéis optar por combinar un SSD y un HDD. El primero debería quedar reservado para el sistema operativo y para instalar sólo lo imprescindible, mientras que el segundo quedaría como solución adicional para todo lo demás.
Esto os permitirá disfrutar de lo mejor de los dos mundos; el sistema operativo «volará» y todo lo que tengáis instalado en el SSD también, pero no tendréis que estar borrando e instalando cosas constantemente ya que contaréis con el apoyo del HDD.