Ryzen 7 1700 a 4 GHz frente a Core i7 8700 en juegos a 4K
El procesador es un componente clave a la hora de mover juegos actuales de forma óptima, pero su impacto depende en gran medida de la resolución utilizada. NJ Tech ha publicado un análisis muy interesante que nos sirve para entender a la perfección este tema ya que enfrentan un Ryzen 7 1700 a 4 GHz y un Core i7 8700 a frecuencias de stock utilizando juegos en resolución 4K.
La tarjeta gráfica que han utilizado es una potente Zotac GTX 1080 Ti Amp Edition, que cuenta con 3.584 shaders, 224 unidades de texturizado, 88 unidades de rasterizado, bus de 352 bits y 11 GB de memoria GDDR5X, suficiente para ofrecer una buena experiencia en juegos actuales en resolución 4K siempre que la acompañemos de un procesador acorde.
El Ryzen 7 1700 a 4 GHz tiene ocho núcleos y dieciséis hilos que suman 16 MB de caché L3, mientras que el Core i7 8700 cuenta con seis núcleos y doce hilos, trabaja a 4,3 GHz con todos sus núcleos activos (modo turbo) y suma 12 MB de caché L3.
Como podemos ver en las pruebas ambos procesadores ofrecen prácticamente el mismo rendimiento en juegos, aunque el Core i7 8700 se impone por la mínima en algunos casos concretos gracias a esos 300 MHz extra de frecuencia.
Las pruebas realizadas en resoluciones 1080p dan como claro vencedor al Core i7 8700, una disparidad de resultados que se explica por el tema que comentamos al inicio y es que dependiendo de la resolución el impacto que tiene el procesador puede ser mayor o menor.
En resoluciones inferiores la potencia bruta del procesador tiene mayor impacto porque una tarjeta gráfica como la GTX 1080 TI no actúa como cuello de botella. Sin embargo al subir la resolución el impacto del procesador en el rendimiento queda en segundo plano precisamente porque la tarjeta gráfica llega a su límite.