Análisis
Lexus IS 300h, encuentros
«¿Ha tenido recientemente un encuentro cercano?» David Laughlin. Encuentros en la tercera fase (1977)
El zumbido ha vuelto, constante, esta vez incluso más fuerte que las dos últimas veces. Y nuevamente la luz del faro parpadea pero no se apaga, parece como si el haz de luz se desplomara sobre el agua, cambiara de color virando hacia el azul y finalmente volviera a levantarse de inmediato. Pero esta vez ocurren más cosas, más cosas que no se explicar. El aire huele a tierra mojada a pesar de que hace semanas de que no llueve, noto en los pies una sensación como de hormigueo que me sube hasta los dedos de las manos y recorre mi espalda, como si estuviera conectado a un generador, veo todo con claridad, con mucha claridad. Y es medianoche.
Así que me encuentro solo en esta colina junto al faro mirándome las manos, esperando quizás que un relámpago se escape de la punta de os dedos cuando de repente escucho algo. El más absoluto y ominoso silencio. Ni siquiera acierto a escuchar mi propia respiración ni los latidos de mi corazón aunque noto cómo las pulsaciones aumentan y martillean mis sienes y aprietan mi garganta. Entonces el faro se apaga de repente y solamente puedo ver las estrellas. Y entonces el resplandor apagó las estrellas.
Desde 1983 Lexus ha sido una marca en busca de una identidad, inicialmente un proyecto de Toyota para competir con las marcas premium alemanas, sobre el año 2006 la casa madre Toyota decidió adoptar una filosofía de diseño llamada «L-Finesse» que dotó de forma definitiva a los modelos de la marca japonesa de una personalidad propia y que supuso la creación de equipos de diseño independientes para las dos marcas. Una apuesta por diseños deportivos y agresivos tipo «fastback» y el uso de zonas cóncavas y convexas para dar a la carrocería una impronta única.
Ficha técnica
Esto se ha unido desde hace unos años a la adopción de las motorizaciones híbridas hacen de Lexus un actor muy interesante en el mercado de los vehículos premium tanto del punto de vista estético como tecnológico. El IS 300h es uno de los exponentes de esta filosofía japonesa con una estética que desde luego no deja indiferente y unas especificaciones técnicas que compiten con las berlinas de la categoría con la sofisticación de la propulsión híbrida.
Actualizado
Este modelo es una actualización del anterior generación que data del 2013 aportanto algunos cambios importantes en la estética, como las tomas de aire en la parte delantera o el perfil de los laterales pero sobre todo en el chásis, la suspensión y la dirección. Todo para aportar más deportividad a un coche que de por sí ya la transmitía y demostraba en su anterior generación tanto en su aspecto como en su manejo.
Acercarse a este IS 300h no deja indiferentes. Un morro agresivo, unos grupos ópticos afilados y un perfil deportivo muestran un carácter bien marcado y aunque la aspiración es siempre la de codearse con sus rivales alemanes lo cierto es que este modelo de Lexus luce una marcada personalidad. Es un coche con línea deportiva mucho más acentuada en este caso porque al ser la versión de acabado F Sport se modifica el diseño de la parrilla y el paragolpes logrando un efecto aún más dinámico además de un nuevo diseño para las llantas de 18 pulgadas.
Al abrir las puertas y acceder al interior la atmósfera es genuinamente Lexus, con acabados muy cuidados y detalles realmente «premium». La impresión es que el coche está «lleno» de cosas, priman los detalles sobre la sencillez y en ocasiones incluso algo de saturación. Las plazas anteriores dan la impresión de estar algo encajonadas por el gran tamaño de la consola central. Sin embargo una vez sentados la sensación de estrechez queda superada, hay espacio de sobra para las piernas y la consola ayuda a reposar los brazos con comodidad.
Buen tacto
Si dejamos libertad a las manos para pasear el tacto por todas las superficies encontraremos pespuntes, plásticos blandos y buenos acabados. Sin ir más lejos en el caso del modelo que probamos nos encontramos con una vistosa tapicería de cuero rojo y que cubre unos asientos de diseño deportivo con una excelente sujección lateral que además son bastante cómodos aunque al principio puedan parecer estrechos.
En cuanto a los indicadores encontramos un velocímetro totalmente digital muy original compuesto por un círculo central y dos pantallas laterales que lo bordean parcialmente. Si queremos ampliar la información de alguna de las pantallas laterales el círculo central se desplaza físicamente para mostrar la pantalla al completo. Es una opción peculiar pero a la que no se le puede negar originalidad y da información suficiente y clara sobre los datos de a bordo.
Pantalla panorámica
En lo que respecta a la pantalla de información y entretenimiento se ha aumentado el tamaño hasta las 10 pulgadas en un formato panorámico ideal para partir la visualización y mostrar información de distintas fuentes. La calidad de la pantalla es muy buena y se encuentra en la parte superior del salpicadero por lo que no tendremos que apartar mucho la vista de la carretera para consultar datos o actuar sobre el sistema multimedia.
Para el control encontramos un cursor, un dispositivo de control en la consola central a continuación del apoyabrazos lo que hace más cómodo su uso. Junto al cursor más adelante podemos accionar unos botones de acceso del menú, un selector y un botón más grande que permite seleccionar el mapa. A la izquierda se situa por un lado la palanca de selección de marcha (dispone de un cambio automático de variador contínuo) y los selectores de comportamiento de distintas funciones del coche.
Podemos seleccionar el funcionamiento eléctrico puro, de muy poco uso en realidad por la escasa capacidad de las baterías, el modo nieve y el selector para desconectar el control de tracción. Sobre estos botones se encuentra el selector de comportamiento de suspensiones, cambio de marcha y otras características del coche que podemos poner en modo eco, normal y Sport. En este acabado F tenemos un modo adicional Sport Plus que tiñe de rojo el cuentakilómetros y que proporciona en teoría unas prestaciones algo más deportivas, aunque no hemos notado grandes diferencias con el modo sport normal.
Personalidades
Como hemos apuntado para el modo deportivo, cada selección de modo de comportamiento del coche activa una iluminación distinta y que la pantalla de información que sustituye al cuentakilómetros muestra información pertinente con el modo seleccionado. En el sistema de infotainment podemos seleccionar como siempre la visualización del funcionamiento del sistema híbrido además de visualizar el mapa, controlar la reproducción mutimedia y la radio y otras funciones del coche.
Como no podría ser de otra forma el coche tiene una cantidad de equipamiento muy grande. Además de control de crucero adaptativo, climatizador bizona, cámara y radar de aparcamiento o sistema de acceso sin llave, la versión F que probamos dispone de volante F-Sport con levas, asientos deportivos calefactables, pedales de aluminio, suspensión adaptativa AVS y techo solar eléctrico. Como apuntamos en este caso se añaden la pantalla de 10,3 pulgadas, sistema de sonido Mark Levinson y Navegación Premium.
Sonido
Uno de los aspectos más cuidados además de los acabados es el del ruido. Por un lado el motor híbrido es realmente silencioso y solamente deja constancia sonora de su presencia en los modos sport y a altas revoluciones. Aún así la insonorización es excelente y apenas se filtran ruidos del exterior por lo que podemos disfrutar del espectacular equipo de música Mark Levinson, no hay que olvidar que Lexus fue de las primeras marcas en introducir un equipo de alta fidelidad en sus coches. A pesar de todo al ir a cierta velocidad sí se nota ruido aerodinámico.
Espacio interior
En lo que respecta a la habitabilidad como ya apuntamos las plazas delanteras son espaciosas y en el caso del conductor con posibilidades de regulación más que suficientes para lograr una postura de conducción ideal y cómoda. En la parte posterior y dada la longitud y la batalla del coche hay buen espacio para las piernas, aunque la anchura no sea la ideal para que se sienten tres personas adultas el espacio es suficiente.
En lo que respecta al maletero este Lexus dispone de 450 litros en un espacio aprovechable y accesible por sus formas regulares. Es un buen tamaño para emprender casi cualquier viaje y rivaliza con las mejores opciones de los rivales en este aspecto. Es un apartado que parece secundario pero que en el caso de un modelo híbrido que tiene las baterías precisamente bajo el maletero se convierte en algo fundamental.
En marcha
Pasando al apartado de comportamiento el coche tiene dos personalidades diferenciadas. La primera la personalidad en ruta, el Lexus IS 300h es una criatura de la carretera, el confort de marcha es muy elevado y con buena música y compañía podemos hacer muchos kilómetros. La suspensión acompaña sin transmitir demasiadas brusquedades y el sistema híbrido es ideal para mascar kilómetros casi en silencio.
Si movemos traviesamente el selector hasta seleccionar el modo más deportivo el coche se transforma… aunque no demasiado. Si esperamos una brutal descarga de potencia con sus 223 caballos no la encontraremos, este Lexus está pensado más para el ahorro y el confort que para la deportividad. Esto no quiere decir que no encontremos sensaciones si las buscamos, pero una aceleración de 8,3 segundos para 100 kilómetros no es precisamente un récord para un coche con esta potencia.
Cambio contínuo
A esto se une la intervención del cambio de variador contínuo que amortigua aún más las posibles sensaciones deportivas aunque seleccionemos el modo más extremo. No es un reproche, es que se trata de un coche más eficiente que deportivo y las cifras de consumo, hemos medido 5 litros a los 100 sin demasiados remilgos a la hora de acelerar, lo demuestran. Lo que es verdad es que este modelo transmite siempre aplomo, tanto en carreteras viradas como en zonas menos complicadas.
La intervención tanto en el chásis como en las suspensiones se notan y bastante. En el modo más deportivo y si dejamos a un lado las recuperaciones algo perezosas por lo que hemos señalado anteriormente, si podemos encontrar sensaciones y lograr buenas medias en zonas con curvas. Es un coche noble y preciso y al que es muy difícil buscarle las cosquillas en cualquier situación. En ciudad por otro lado muestra una eficiencia aún mayor manteniendo e incluso rebajando la cifra de consumo que logramos en carretera.
Conclusiones
Para nosotros el Lexus IS 300h ha sido todo un encuentro, es como conocer encarnada la filosofía de presente y futuro de la marca japonesa y posiblemente parte de un dilema de identidad muy interesante que veremos cómo evoluciona. El coche tiene como base la eficiencia híbrida y la calidad de rodadura de Toyota al que se le añaden dos ingredientes importantes: los acabados y accesorios premium y una pizca de deportividad que no podemos encontrar en los modelos híbridos de la marca japonesa madre.
El empeño en algunas soluciones como el cambio de variador contínuo, el freno de mano de pedal o el reloj analógico en el centro del salpicadero son detalles que dejan pensativos. Quizás se trate de uno de esos coches en busca de su sitio pero al que no se le puede restar un ápice de sus méritos ya que es un coche increíblemente confortable y con un aspecto impactante e innovador que aunque ha sufrido pocos cambios desde la generación anterior sigue sin duda llamando poderosamente la atención.
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