Intel HD 630 frente a GT 1030, Vega 11 y Vega 8 en juegos actuales

Benchmark ha publicado una comparativa muy interesante en la que analizan el rendimiento de las Intel HD 630, GeForce GT 1030, Vega 11 y Vega 8 en juegos actuales.

La primera es una solución integrada de Intel que está presente en numerosos procesadores Kaby Lake y Coffee Lake. Cuenta con 24 unidades de ejecución y utiliza memoria RAM del sistema como memoria gráfica en single o dual channel (64 bits o 128 bits de bus).

Las soluciones Vega 11 y Vega 8 no necesitan presentación. Ya hemos hablado recientemente de ellas y como sabemos son las GPUs integradas en las APUs Ryzen 5 2400G y Ryzen 3 2200G. Cuentan con 704 y 512 shaders respectivamente y al igual que la opción de Intel recurren a la RAM del sistema como memoria gráfica. Pueden emplear hasta 2 GB y se benefician también del modo de doble canal (dual channel).

Finalmente nos queda la GeForce GT 1030, una tarjeta gráfica dedicada de NVIDIA que destaca por contar con 2 GB de GDDR5 dedicados aunque se apoyan sobre un modesto bus de 64 bits. En total suma 384 shaders y trabaja a frecuencias máximas de 1.468 MHz.

Echando un vistazo a los resultados nos damos cuenta de que la Intel HD 630 ofrece un rendimiento tan bajo que no puede ser comparada con las otras soluciones gráficas.

En líneas generales y haciendo una media de todas las pruebas podemos concluir que la GeForce GT 1030 es la solución más potente, aunque las Vega 11 y Vega 8 rinden muy bien para ser soluciones gráficas integradas sin memoria dedicada, tanto que le dan un buen repaso en Wolfenstein II: The New Colossus.