PS5 de Sony; todo lo que sabemos (y esperamos) de la nueva generación
PS5 (PlayStation 5) es el nombre con el que conocemos a la que será la próxima consola de Sony, un sistema de nueva generación que sucederá a las actuales PS4 y PS4 Pro y que en teoría debería mantener el esquema de nombres habitual.
Esto quiere decir que no esperamos que Sony opte por un cambio de nombres y que aunque no esté confirmado oficialmente todavía podemos dar casi por seguro que su próxima consola se llamará PS5.
Con PS4 vendiendo como rosquillas a pesar de tener más de cuatro años en sus espaldas y PS4 Pro lanzada hace relativamente poco es normal que Sony no tenga prisa por hablar de PS5, pero sabemos que la consola está en desarrollo y tenemos numerosas predicciones y filtraciones que nos han dejado ver algunos de sus detalles más importantes.
Sabemos que muchos de nuestros lectores tienen ya la mirada puesta en PS5, así que hemos querido hacer este artículo especial en el que os contaremos todo lo sabemos de la nueva consola de Sony. Tened en cuenta que vamos a unir predicciones de analistas con filtraciones y que completaremos la información con nuestra propia intuición, así que no se trata de datos definitivos, aunque sí bastante probables.
PS5, un vistazo al concepto base
La consola de próxima generación de Sony va a mantener la arquitectura que hemos visto en PS4 y PS4 Pro. Esto quiere decir que se utilizará de nuevo un procesador x86 de 64 bits y que no se volverá a las soluciones personalizadas como ocurrió en su momento con PS3 por ejemplo, que como sabrá la mayoría de nuestros lectores estaba basada en una CPU Cell de IBM (arquitectura PowerPC).
Dicho de una manera más simple esto significa que la base de PS5 volverá a ser la misma que la de un PC convencional, una clave importante que además tiene una razón de ser que no debemos pasar por alto, y es que esto facilita y simplifica las adaptaciones de juegos de consola a PC.
En efecto, al mantener la arquitectura x86 se facilita a los desarrolladores la creación de juegos sobre la base de PS5 y su posterior adaptación a PC. Al utilizar ambas plataformas la misma arquitectura se reducen los tiempos de desarrollo y los costes y se mantiene a la consola como la plataforma de referencia sobre la que partirán todos los desarrollos multiplataforma.
También se da por hecho que Sony mantendrá la arquitectura de memoria unificada. Esto también es importante ya supone la integración de un bloque completo de memoria que trabaja de forma unificada sobre un mismo bus y que actúa como VRAM (memoria gráfica) y RAM (memoria del sistema), a diferencia de un PC que tiene dos bloques de memoria diferenciados; RAM instalada sobre la placa base y la memoria gráfica que incluye la tarjeta gráfica.
A diferencia de la memoria unificada que comparte un mismo bus y trabaja a una misma frecuencia en un PC tenemos dos tipos de memoria funcionando a frecuencias distintas sobre buses diferentes. Por ejemplo PS4 Pro tiene 8 GB de GDDR5 (más 1 GB de DDR3 reservado al sistema) que trabaja a 6,8 GHz sobre un bus de 256 bits, mientras que un PC Gaming estándar tendría 8 GB de RAM DDR4 a 3 GHz sobre un bus de 128 bits (doble canal) y 4 GB de memoria gráfica GDDR5 a 8 GHz sobre un bus de 256 bits (tarjeta gráfica).
Por lo demás Sony debería mantener la unidad óptica, el sistema operativo personalizado con base FreeBSD y la unidad de almacenamiento para instalar juegos. ¿Será un disco duro o un SSD? No lo sabemos, pero por tema de costes lo más probable es que vuelvan a optar por un HDD.
Posibles especificaciones técnicas de PS5
Una de las claves más importantes de PS5 será sin duda el kit específico de desarrollo que facilitar la creación de juegos que aprovechen al máximo sus posibilidades con el mínimo esfuerzo. Esta ha sido una de las ventajas más importantes que han tenido las consolas de nueva generación (PS4 y Xbox One) desde el principio frente a los desarrollos de juegos para PC, que requieren trabajo extra por las diferentes combinaciones de hardware y drivers que existen.
La optimización vía software volverá a ser clave, pero esperamos una importante evolución en términos de hardware que marcará un salto cualitativo y cuantitativo. Con la llegada de las consolas de nueva generación hemos visto una mejora importante en términos de calidad gráfica, pero el salto no ha sido tan marcado como el que vivimos con PS3 y Xbox 360.
Tanto PS4 como Xbox One y sus versiones «Pro» y «X» tienen un importante cuello de botella en la CPU que ha actuado como límite claro en el desarrollo de juegos. Prueba de ello la tenemos en la casi nula evolución que hemos vivido en lo que respecta a las animaciones en los juegos, las físicas y eldominio de los 30 FPS, aunque tampoco debemos olvidar los límites derivados de la memoria disponible en ambas consolas (alrededor de los 5,5 GB compartidos tras descontar lo que consume el sistema).
Con PS5 se espera una mejora fundamental a nivel de CPU, GPU y memoria unificada que permitirá el desarrollo de juegos más complejos, con mayor calidad gráfica pero también mejores animaciones, mundos más abiertos y mejores físicas.
Partiendo de las especificaciones que hemos visto en PS4 Pro y Xbox One X estoy totalmente convencido de que PS5 tendrá unas especificaciones muy parecidas a estas:
- Procesador de ocho núcleos de nueva generación con un alto IPC (Ryzen+ o superior) a 3 GHz como mínimo.
- 16 GB de memoria unificada GDDR6, acompañada de memoria GDDR5 reservada al sistema.
- GPU Radeon de AMD personalizada basada en Navi, integrada en el mismo encapsulado o en formato MCM (módulo multi-chip) con un rendimiento similar al de una Radeon RX Vega 64 (al nivel de una GTX 1080).
- Unidad de almacenamiento de 2 TB.
Fecha de lanzamiento, precio y otros datos de interés
La mayoría de los analistas y expertos coinciden en que PS5 debería llegar al mercado como muy pronto a finales de 2019, aunque la postura mayoritaria apuesta por un anuncio en 2019 y un lanzamiento en 2020. Esta última tiene mucho sentido, ya que permitiría a Sony exprimir al máximo PS4 y PS4 Pro, y evitaría generar malestar entre los que compraron el segundo modelo hace poco más de un año.
Sobre el precio hay posturas enfrentadas. Algunos analistas creen que es mala idea lanzar una consola de nueva generación por más de 400 euros, pero lo cierto es que viendo el aumento de costes que estamos viviendo en el mundillo tecnológico y la mejora a nivel técnico que marcará frente a la generación actual creemos que lo más probable es que acabe rondando los 500-600 euros.
Hay rumores que dicen que PS5 coexistirá con PS4 y con PS4 Pro y que será compatible con todos sus juegos, una información muy interesante que tiene bastante sentido ya que permitiría a Sony estirar un poco más el ciclo de vida de ambas consolas, que quedarían como alternativa económica a PS5. Al mismo tiempo serviría a la firma nipona para mostrar al mundo las mejoras de la nueva generación, aunque podría complicar las cosas a los desarrolladores.
¿Y qué podemos esperar en términos de potencia?
PS5 será una auténtica consola 4K, de eso no nos cabe duda, pero esto no quiere decir que vaya a ser capaz de ofrecer una experiencia perfecta (calidad ultra y 60 FPS). PS4 es una consola 1080p pero pensada para funcionar en 30 FPS y calidades medias, así que es muy probable que tengamos una fórmula similar en PS5.
La nueva consola de Sony debería ser capaz de mover juegos más complejos, con un nivel de calidad alta en resolución4K nativa (sin trampa ni cartón) manteniendo entre 30 y 60 FPS. Si hablamos de resoluciones inferiores no hay duda de que su hardware podrá con 1080p y 1440p en calidades máximas sin problemas, pero al final todo dependerá de la evolución en términos de complejidad que experimenten los videojuegos de nueva generación.
Antes de terminar un apunte, y es que podéis tener claro que con la llegada de PS5 se elevarán los requisitos de los juegos para PC, que pasarán a ser adaptaciones de los desarrollos de consola. En este sentido podéis dar por hecho que los 16 GB de RAM serán el nuevo estándar, que los procesadores de más de cuatro núcleos empezarán a ser aprovechados de verdad y que las GTX 1060 de 6 GB y las Radeon RX 580 de 8 GB podrían convertirse en un «requisito mínimo».