10 consejos para mejorar la autonomía de un smartphone
La autonomía de un smartphone sigue siendo una cuestión pendiente. Del móvil “tonto” destinado exclusivamente a realizar llamadas de voz que nos duraba días y semanas sin recarga, hemos pasado a computadoras en miniatura y ello ha penalizado el apartado de la autonomía. A veces, no tenemos suficiente ni para un día de trabajo sin tener que buscar un enchufe.
La mejora en la capacidad y eficiencia de las baterías o los avances en la gestión del apartado energético de los sistemas operativos en gestión, no han sido capaces de compensar el impresionante aumento de nivel hardware de los smartphones, en tamaño de pantalla con media por encima de las 5 pulgadas; resoluciones que alcanzan el 4K; CPUs y gráficas cada vez más potentes; el aumento de la conectividad en módulos de geolocalización y tecnologías inalámbricas, o la incorporación de nuevas características sean NFC o sensores de huellas, exigen un gran gasto de energía. No hablemos ya de cuando se empiecen a masificar los terminales con soporte para uso de realidad virtual/aumentada.
El diseño se ha impuesto a la funcionalidad y la moda de adelgazar hasta límites absurdos el grosor y el peso de los terminales, junto al uso de las baterías no reemplazables que inciden en el problema de la obsolescencia tecnológica que veíamos la semana pasada, deja nuestro terminal fuera de juego cuando más lo necesitamos. Y si no tenemos energía para que funcione de qué nos sirve todo lo demás.
Consejos para mejorar la autonomía de un smartphone
No queda más remedio que usar diversas técnicas si queremos que nuestro smartphone aguante al menos un día de trabajo. Te recordamos algunos consejos básicos y avanzados para mejorar la autonomía. Están pensados para Android
- Limita el brillo de la pantalla. Nada “chupa” más energía en un smartphone que su pantalla multitáctil. Ajustar su brillo es la primera medida que tenemos que hacer si queremos aumentar la autonomía. Puedes utilizar la función de brillo automático que utiliza el sensor de luz ambiental para ajustarlo. Si no te gusta esta función, establece un nivel por debajo del máximo que por sí mismo ya te va a permitir alargar la autonomía en Android.
- Usa los planes de energía. Android, iOS o Windows Mobile tienen administradores de batería y todos los fabricantes ofrecen distintos modos de energía que ayudan a mejorar la duración de la misma con modos de ahorro que pueden activarse cuando no necesitemos usar el total del rendimiento del smartphone. La mayoría se activa al bajar de un nivel determinado de carga y conviene activarlo. También hay app de terceros gratuitas que pueden utilizarse.
- Limita la conectividad. Los smartphones de última generación tienen una capacidad de conectividad impresionante pero también gastan bastante batería. Si Wi-Fi y/o los datos móviles son casi imprescindibles para mantenernos conectados a Internet, no lo son tanto otros como GPS, Bluetooth o NFC que puedes desactivar por defecto y utilizarlos únicamente cuando lo necesites. Si el estado de la batería es crítico, puedes activar “el modo avión” para cortar temporalmente las comunicaciones inalámbricas.
- Bloquea la pantalla. Complementando el apartado de la pantalla, también debemos ajustar al mínimo el tiempo de suspensión por inactividad de la pantalla. ¿Para qué la queremos encendida si no la utilizamos?
- Controla los Widgets y Temas. Los widgets son mini aplicaciones similares a los gadgets de escritorio que facilitan el acceso a funciones y proveen de información visual. Son útiles y atractivos pero conviene revisar los que tenemos instalados y activos porque algunos consumen mucha batería, como el dedicado al tiempo meteorológico ¿De verdad necesitas que unas nubes pasen constantemente por la pantalla de tu smartphone? Racionaliza su uso y ajusta el intervalo. Lo mismo podemos decir de algunos temas, fondos de pantalla animados o similares.
- Ajustes inteligentes. Muchos smartphones se entregan con características adicionales para opciones de movimiento y gestuales. Algunos son útiles, otros cuestionables, pero todos gastan batería. Podemos incluir en este grupo la vibración, sea en notificaciones o la retroalimentación háptica al pulsar una tecla, algo supérfluo que puede desactivarse cuando necesitamos aumentar la autonomía.
- Revisa sincronizaciones y automatismos. También son amplios los servicios que tienen activada la sincronización automática. De servicios de mensajería, de correo electrónico u otras aplicaciones. Siempre que te sea posible escapar del “guasap” o similares y cuando necesites aumentar la autonomía, aumenta el intervalo de actualización u obtén la información de manera manual. Lo mismo podemos decir de los servicios en nube. No es raro ver un terminal que duplica la sincronización a servicios, Google Drive, OneDrive o DropBox o a otros de fotografía Google Foos o Amazon Prime que se empeñan en subirlas nada más tomarlas. Lo mismo para sincronización de contactos, música, película o libros. Desactiva las que no te sean esenciales.
- Desinstala aplicaciones. La mayoría de smartphones se ofrecen por defecto con una cantidad de aplicaciones impresionantemente amplia. Algunas imprescindibles y otras directamente software basura que se ejecutan en segundo plano y además de reducir el rendimiento y ocupar espacio, penalizan la autonomía. Revisa y elimina todas las aplicaciones que no uses.
- Prueba un nuevo kernel y/o ROM. Si algo bueno tiene la plataforma Android es sus posibilidades como sistema de código abierto, lo que permite a los desarrolladores obtener su código, añadir funciones, y construir sus propias imágenes del sistema operativo para smartphones o tablets de la plataforma. La oferta de ROMs alternativas es amplia para un gran número de terminales. Algunas se enfocan en rendimiento y pueden consumir más que las estándar pero otras consumen bastante menos. Lo mismo podemos decir de kernels (núcleos del sistema) tremendamente optimizados. Es cuestión de probar los personalizados para nuestro terminal. Requieren rooteo y acceso al cargador de arranque.
- Underclocking y Undervolting. Otra opción avanzada que permite un kernel personalizado es la gestión de las frecuencias de trabajo de CPU y GPU y también el voltaje. A menudo se utilizan como técnicas de ahorro de batería. No funcionan igual de bien ni con todos los terminales y necesitas saber lo que se está haciendo, pero usuarios avanzados pueden sacar provecho de ellos