Sniper Ghost Warrior 3, análisis

El estudio Polaco de CI games nos trae un nuevo título de la saga Sniper: Ghost Warrior, el tercero de su nombre y si bien no desentona, hay muchas cosas que se quedan a medias.

En cuanto a los gráficos no voy a decir que sean malos, y el motor Cryengine siempre ofrece muy buenos resultados, pero sí que quizás han elegido uno un poco anticuado, porque gráficamente se siente un poco lejano en el tiempo. Aun así, esto no es realmente lo que desanima, como digo, son correctos.

La narrativa del juego es anecdótica, no solo los personajes son clichés, sino que tienen una profundidad nula y soy totalmente incapaz de empatizar con ellos, a parte de alguna que otra escena copiada literalmente de los títulos de acción holliwoodienses más sonrojantes.

Sin embargo, lejos de desanimarme con esto, yo he venido a tener una experiencia de francotiradores, si la narrativa es mala pero lo suficiente para darme una justificación para seguir, puedo pasarlo por alto. El problema es que el juego tampoco consigue esto último, porque se lanza en bomba a la piscina de los juegos de mundo abierto. Esto a priori es una idea bastante buena en un juego que va sobre un francotirador infiltrado tras las líneas enemigas, pero no lo casa bien con sus mecánicas y jugabilidad y acaba teniendo un sistema a medias que no se decide.

El mundo abierto se siente muy artificial, y muy vacío y realmente las únicas zonas de interés son aquellas en las que realizas las misiones. Estas zonas además se convierten en áreas delimitadas por fronteras artificiales que aparecen en el minimapa indicando “este es el área de la misión”. El problema con esto es que, si no existen consecuencias de los actos que llevo a cabo y las misiones al final son un sistema de prueba y error, con un abanico de posibilidades tampoco demasiado grande para realizarlas, el mundo abierto es solo una molestia por la que tengo que conducir un coche del punto A al punto B y ya está. Para eso más valdría haber mantenido los sistemas de antaño de misiones por capítulos, cada una con principio y final.

Ya que metes un mundo abierto, exige algo de investigación por parte del jugador, ten en cuenta que es un solo tío infiltrado en un territorio controlado por ultranacionalistas y un movimiento de resistencia, involucrarme un poco.

Además con tal de copiar todo aquello representativo de los mundos abiertos han metido un sistema de fabricación de balas, que encuentro ridículo, y otro de compra, que vería bien si no fuera porque puedes hacerlo desde tu piso franco en cualquier momento. No entiendo estas decisiones de diseño, nada como fabricarte balas con el desayuno para empezar el día… ya que estas tras las filas enemigas colaborando con el movimiento de resistencia, ¿Por qué no poner una red de vendedores del mercado negro? O un sistema en el que tengas que recoger suministros que te traspasa el gobierno estadounidense en la medida que puede, por ejemplo.

Pero es que a parte, el título es “SNIPER” y no he podido sentir una experiencia de francotirador más sosa y sencilla desde Call of Duty. Intenta hacerlo complejo pero accesible, y acaba siendo solo accesible.

Como conclusión el Sniper: Ghost Warrior 3 es un juego con pretensiones de triple A qué se queda muy corto. Tenía ideas muy buenas, pero creo que tenían poco presupuesto para lo alto que han pretendido apuntar y ha quedado una ejecución muy decepcionante y nada llamativa.