Civilization VI, análisis para principiantes

La última entrega del Civilization se presentó hace unas semanas y nosotros hemos estado jugándolo durante estos días. Por lo general me encantan (y me enganchan bastante) este tipo de juego de simulación, aunque he de reconocer que siempre me ido a lo «fácil», Sim City, Cities XL, Cities Skyline… Y últimamente el Anno 2205. Pero nunca había probado uno de mecánica de turnos, ni tan completo y, aunque lo cierto es que al principio abruma bastante, al final te vas quedando pillado esperando el siguiente turno.

Se podría decir que hay dos tipos de personas, los que siguen los tutoriales y los que van a saco con prueba y error. Yo soy de las segundas y, a pesar de que me habían recomendado que empezara por el tutorial, no pude evitar pulsar el botón de «empezar partida».

Civilization VI va de conseguir que tu país avance en su civilización (¿A qué no te lo esperabas?). Tienes muchas civilizaciones para elegir y cada una está encabezada por su máximo representante en la historia. Yo escogí a Felipe II, porque también soy de las que cuando empiezan una partida en los Sims la primera vez se hace así misma (pero más guapa, claro, como te ve tu abuela). Pero también está Gandhi, Catalina de Medici, Cleopatra… y cada civilización tiene su idiosincrasia particular que hará que tu partida sea diferente.

Esto no va de construir ciudades

Avanzar en el Civilization VI no se consigue simplemente controlando nuestros gastos y evitando la bancarrota. Habrá que gestionar políticas, investigaciones, principios y religiones. De hecho, este Civilizacion destaca de las anteriores versiones por tener una gran cantidad de subsistemas que controlar.

Una vez que hayamos elegido nuestra civilización y el tipo de enclave en la que queremos asentarla, habrá que elegir a que se dedica nuestra ciudad. Las ciudades tienen que «hacer algo», constructores, guerreros para defenderla o colonos para ampliar nuestras posesiones en el mapa. Pero también podemos orientar nuestra ciudad a construir monumentos, distritos, zonas comerciales, industriales o religiosas. O si no, a mejorar el comercio, la industria o el ejército. Cada una de estas «producciones» tardará varios turnos en llevarse a cabo, por eso antes de elegirla debemos pensar muy bien que es lo que necesita nuestra ciudad. Una vez que acabe podremos elegir la siguiente.

Nuestra civilización también tendrá que investigar nuevas tecnologías y desarrollar unos principios básicos. Según estos dos últimos puntos avancen mejorará nuestra era, consiguiendo recompensas por haber alcanzado esos objetivos. Además estas investigaciones y principios harán que nuestras políticas se compliquen y tengamos que elegir nuevas políticas específicas para controlar los distintos aspectos de nuestros dominios.

Ahora te toca a ti

Como he comentado antes, el Civilization VI es un juego de turnos, parecido al Total War. Cuando sea nuestro turno tendremos que mover cada una de nuestras unidades, guerreros, constructores, colonos, comerciantes… los que tengamos en ese momento. Los que estén en el sitio que necesitamos podremos «desactivarlos» hasta que lo requiramos, si no tendremos que pasar por ellos para que hagan algo. Cada unidad puede moverse un número limitado de casillas por turno. Una vez que hemos movido nuestros activos, toca el turno de la IA, que moverá sus jugadores, que pueden ser ciudades vecinas o bárbaros.

No estarás solo

En este juego tendrás que aprender a convivir con otras ciudades, las cuales, si no estás vivo, crecerán más rápido que tú. Podrán ser amigas o enemigas, declararte la guerra o hacer tratos fructíferos contigo. Por lo general, si no destacas mucho y no «les tocas las narices», podrás pasar por el juego sin sufrir más ataques que los de los bárbaros. Éstos, los bárbaros, no tienen una ciudad por si misma, aparecen por sorpresa y te atacan, como buenos bárbaros, pero si tienes buenas relación con las ciudades vecinas, éstas te ayudarán a combatirlos. Eso sí, siempre por turnos, un turno para llegar hasta los bárbaros, otro turno para atacarlos. Y mientras tanto ellos se mueven.

Con las otras ciudades podrás tener acuerdos puntuales o acuerdos comerciales de los que sacar beneficios. También tendrás que mandar enviados para estar informados o espías  para sacar sus secretos. Cuando avances en el juego ellos podrán tener una embajada en tu ciudad. Aunque si las cosas se complican, las relaciones pueden ser hostiles con ellos y declararles la guerra.

Crece e intenta hacerte con los recursos clave

Tu civilización puede ir creciendo de dos maneras, comprando nuevas parcelas para las ciudades que ya tienes, cuando estén disponibles o mediante colonos que funden nuevas ciudades. Aquí también es muy importante ser rápido y controlar lo que hacen otras ciudades ya que nuestro crecimiento tiene implicaciones importantes. Por un lado si no estamos despiertos perderemos recursos clave importantes para la evolución de nuestra evolución y tendremos que comerciar con otras ciudades para conseguirlos, lo que nos costará dinero. Por otro lado, si crecemos cerca de otras ciudades ya existentes estas podrían molestarse y declararnos una guerra.

Conclusión

Me cuesta dar una conclusión final del juego, ya que después de estar dos semanas jugándolo no tengo la sensación de conocerlo todos sus entresijos. Todavía me falta mucho más que descubrir y aprender. Porque, además, Civilization nos enseña un poquito de historia cada vez que conseguimos un logro en el juego.

Está claro que Civilization VI es un juego completo y que si eres un apasionado de las simulaciones te acabará enganchando a la fuerza, pero es importante que tengas tiempo que dedicarle o te dejará con ganas de más.