Panasonic DX900, análisis

La noticia de que Panasonic abandonaba el plasma supuso todo un mazazo para los aficionados a la electrónica de consumo; el nivel de calidad que había alcanzado la firma japonesa estaba a años luz de lo que ofrecia la tecnología LED entonces y el salto a OLED era poco más que un sueño. Afortunadamente, Panasonic llevaba tiempo preparando la trancisión y maravillas como la protagonista de este análisis son buena prueba de ello.

La Panasonic DX900 es el tope de gama de la compañía japonesa y un exponente de cómo un LCD LED en las manos adecuadas no está tan lejos de OLED como cabría pensar. Estamos ante un auténtico derroche de tecnología que combina un panel 4K de alta calidad, una electrónica capaz de sacarle el máximo partido y un diseño que, sin grandes alardes, es una muestra de buen gusto y exclusividad. Como digno representante de la gama alta no es un producto al alcance de todo el mundo, pero dos semanas con el nos han servido para comprobar si vale lo que cuesta.

Antes de continuar, merece la pena repasar las especifaciones técnicas más relevantes del Panasonic DX900:

• Panel LCD tipo VA 3D (Active 3D), 58 pulgadas (también disponible en 65 pulgadas).
• Dimensiones 844 x 145,7 x 64 mm.
• Retroiluminación LED Full Array Local Dimming de 512 zonas.
• Resolución UHD (3.840 x 2.160p).
• Refresco 3000Hz 4K BMR IFC.
• Conectividad 4 x HDMI 2.0, 3 x USB, 2 x CI+, salida óptica y jack 3,5 mm.
• Certificación UHD Premium, 3K Studio Master HCX+, certificación THX.
• Sistema operativo Firefox OS.
• Altavoces estéreo 2.1 (2 x 10 W).

Precisión japonesa al servicio de la imagen

Si tenéis la ocasión de ver un DX900 probablemente no os parezca un televisor de gama alta, especialmente si miráis la parte posterior o el grueso del chasis, que está lejos de las elegantes líneas que luccen los últimos OLED de LG, por ejemplo. Un examen más detenido nos ha revelado que ese grosor es necesario para integrar el mejor sistema de retroiluminación del mercado LED, un FALD de 512 zonas que garantizan un color uniforme, unos negros a la altura de los mejores plasmas y una experiencia espectacular en 4K.

Es posible que no estemos ante el televisor más espectacular del mercado, pero también que aquí el diseño y la construcción están al servicio de la calidad de imagen y no al revés. Otro compromiso es el sistema de refrigeración activa incluido, de nuevo necesario por el calor que emite el sistema de retroiluminación integrado pero que no resulta molesto en ningún momento a no ser que nos situemos a menos de 20 centímetros del televisor.

Como cabía esperar, el nivel de construcción y ensamblaje es sobresaliente. Detalles como el panel de conexiones reforzado (y con tapa para evitar el festival de cables), el sistema de montaje con solo cuatro tornillos y la robustez del conjunto una vez montado ofrecen sensaciones muy positivas.

Una vez instalado, el Panasonic DX900 ofrece una estética discreta, con un perfil de aluminio muy fino y dos peanas visibles en los extremos. Un punto importante es que la base está pensada para inclinar el panel ligeramente hacia atrás y garantizar una posición perfecta si lo situamos en un mueble bajo, pero que puede no ser el más adecuado si la altura supera el metro. En esos casos, es mejor opción colgarla de la pared aprovechando el soporte VESA.

Nuestras pruebas

Una vez reseteado el televisor a los valores de fábrica, nos encontramos con un fenómeno que se repite en prácticamente todos los televisores del mercado sin importar el precio; la calibración «de fábrica» deja bastante que desear. La razón suele estar relacionada con que valores elevados de retroluminación, brillo y contraste hacen que los televisores luzcan mejor en los lineales de las tiendas, pero es importante tener en cuenta que no tiene sentido mantenerlos en casa. Por ello, nuestra recomendación habitual a los lectores es dedicar un rato a ajustar la configuración del televisor a nuestros gustos partiendo de alguna base de expertos que podéis encontrar en foros especializados (os recomiendo avsforum).

Afortunadamente, Panasonic ha incluido los modos THX Cinema y THX Bright Room ya calibrados y son excelente, probablemente los mejores que hemos visto nunca en un televisor de serie. De hecho, la mayoría de los usuarios podrán utilizarlos sin tener que ajustar nada más, aunque personalmente prefiero desactivar casi todos los algoritmos de suavizado y mejora de imagen si la fuente es buena (como el Blu-ray 4K desde el que hemos realizado algunas de las pruebas).

Como referencia, adjunto los valores que hemos utilizado en nuestro perfil (se pueden guardar hasta dos) aunque lo ideal es que probéis hasta obtener la experiencia que queréis con algún contenido que conozcáis bien. Para videojuegos, probando con una PS4 Pro y el título Uncharted 4 con HDR activado, únicamente hemos activado el modo online.

• Retroiluminación 18.
• Contraste 92.
• Brillo 0.
• Nitidez 35.
• Color 50.
• Tinte 0.
• Temperatura de color Warm2.
• Control de iluminación adaptativo Min.
• Todos los sistemas de reducción de ruido, creación de frames y suavizado desactivados.
• Control de contraste apagado.
• Pantalla 16:9 Overscan apagado.

Con esta configuración, la Panasonic DX900 se muestra como el mejor LCD LED que hemos probado. Uno de los aspectos más sorprendentes es como Panasonic consigue ofrecer unos negros prácticamente puros (0,026 nits, muy por debajo de los 0,05 nits que exige la certificación UHD premium) y lo bien que funciona el sistema de retroluminación local; solo viendo como trata los negros y los grises y la gestión de trancisiones de color complicadas se entienden todos los compromisos a nivel de diseño y dimesiones que comentábamos anteriormente.

Donde realmente brilla este televisor es con contenidos nativos 4K , ofreciendo una calidad de imagen sublime, un tratamiento de color excepcional y todo lo que podemos esperar de un panel VA de 10 bits. Aunque Panasonic incluye en el kit de review un reproductor Blu-ray 4K y la película San Andreas, esta no parte de un máster 4K así que recurrimos a imágenes ISO en 4K de películas que sí parten de esa resolución nativa para los test. Precisamente el panel VA, base de muchas de sus virtudes, también supone un estrechamiento considerable del ángulo de visionado que debe ser tenido en cuenta antes de decidirse por este televisor.

Según vamos bajando calidad del contenido y especialmente por debajo de 1080p es fácil darse cuenta que la electrónica no puede hacer milagros y que «inventarse» píxeles para llenar un panel 4K es lo menos malo que se puede hacer. En este punto una advertencia importante; estamos ante un televisor para el usuario avanzado que quiere invertir en contenido de alta calidad (ya sea multimedia o videojuegos). Aunque posible, tener una DX900 para ver la pobre calidad que ofrece nuestro TDT es poco menos que un depropósito.

En lo relativo a HDR (un término del que oiréis hablar mucho este año) la advertencia previa es que es necesario activar la detección de manera manual. Lo hemos probado tanto con un Blu-ray 4K compatible como con la nueva PS4 Pro, obteniendo resultados fantásticos pero sin resultar artificiales, siempre que en contenido lo soporte de manera nativa y no recurramos a emulaciones. Tenéis mucha más información sobre qué es y qué puede hacer el HDR de Panasonic en este enlace.

Precisamente es el modo HDR casi el único que puede poner en aprietos a un panel de esta calidad: es escenas nocturnas con puntos de luz intensa, como una carretera oscura o un cielo estrellado la exigencia del sistema de retroiluminación es máxima y, de nuevo, no se pueden hacer milagros; las 512 zonas son más que suficiente en el 99% de los contenidos que veréis, pero palidecen ante los 8.294.400 (uno por píxel) que puede ofrecer OLED.

Un comentario más en este punto; Panasonic ha liberador una actualización vía software que permite disfrutar de contenidos Netflix en HDR con excelentes resultados.

La omisión del apartado sonoro hasta el momento es intencionada; a pesar de que el espacio disponible ha permitido al fabricante instalar un sistema 2.1 correcto, lo ideal es equilibrar la brutal calidad de imagen que ofrece la DX900 con un sistema dedicado a la altura; entendemos que el que está dispuesto a desembolsar casi 3.000 euros por un televisor ya tiene este aspecto en cuenta.

A pesar de todo, Firefox OS sigue siendo una buena opción

Cuando hace un año analizamos la CX700 nos mostramos entusiasmados con la elección de Panasonic por Firefox OS; por fin encontramos un televisor con un sistema operativo ligero y rápido, con las opciones justas para no abrumar al usuario y una estabilidad sobresaliente. Lamentablemente, a lo largo de estos meses no hemos visto una gran evolución y, lo que es todavía más preocupante, el apoyo esperado por parte de los desarrolladores.

El problema de fondo es que Firefox OS (en este televisor la versión 2.0) se sigue comportando como una capa por encima del sistema que gobierna el televisor, que es el que ofrece opciones tan importantes como la reproducción de archivos multimedia, la configuración personalizada, la gestión de USB y mucho más. Esto no resultará un problema para aquellos usuarios que disponen de otros aparatos como fuente de contenido (televisión de pago, reproductores multimedia, consolas de videojuegos) pero sí es justo reconocer que está lejos de lo que ofrecen otros fabricantes en televisores que cuestan mucho menos. Lo mismo podemos decir de las apps para móviles y tablets, son correctas, pero no destacables.

Conclusiones

El términos de potencia bruta y calidad de imagen no hemos probado nada mejor que este Panasonic DX900. Incluye toda la tecnología que podemos esperar de un televisor de gama alta, viene muy bien calibrado de serie y es la base perfecta sobre la que montar una estancia para el disfrute de contenido multimedia y videojuegos. ¿Cuántos estáis dispuestos a pagar por tener el mejor LCD LED del mercado? Esa pregunta debe responderla cada usuario, pero desde nuestro punto de vista los 2.750 euros que cuesta están plenamente justificados por su potencial.

Muchos lectores se preguntarán hasta qué punto merece la pena apostar por un LCD LED de gama alta en lugar de comprar directamente un flameante OLED; desde mi punto de vista, este DX900 es superior a los OLED del mercado que rondan su precio, pero se ve superado por la última generación (equipos que superan los 5.000 euros). La evolución tecnológica es inexorable, así que seguro que en 2017 empezamos a ver OLED de gama alta en torno a los 2.500 euros que irán sustituyendo las apuestas LED de Sony, Panasonic o Samsung que han venido dominando el mercado. Como siempre, acertar sobre cuándo o cómo damos el salto es harto complicado, máxime teniendo en cuenta que OLED no esta exento de problemas y desconocemos la evolución que pueda tener de aquí a cinco años.

En definitiva, cualquiera que se decida por poner un Panasonic DX900 en su salón no se equivocará; conseguir una calidad de imagen similar en OLED cuesta bastante más y este equipo cuenta con un gran soporte para las tecnologías que definirán la experiencia audiovisual en los próximos años: 4K y HDR. El Panasonic DX900 ya está disponible en los distribuidores autorizados y se puede comprar desde 2.800 euros aproximadamente, el modelo de 58 pulgadas.