Especial: Memoria RAM, cinco mitos en los que no debes caer
La memoria RAM es uno de los componentes básicos más importantes de casi cualquier dispositivo tecnológico en sentido amplio,incluidos PCs, smartphones y relojes inteligentes, entre otros, pero también es uno de los que más falsos mitos arrastra.
Muchos de esos mitos se mantienen actualmente y pueden llegar a ser bastante problemáticos, así que hemos querido dedicar uno de nuestros especiales a este componente.
Como de costumbre haremos una lista ordenada donde desmentiremos los cinco mitos sobre la memoria RAM que a nuestro juicio son los más importantes y también los más peligrosos o perjudiciales para el usuario.
Esperamos que os resulte interesante y sobre todo útil, y como siempre os animamos a dejar vuestra opinión en los comentarios.
1-Más memoria RAM siempre es mejor
Es quizá el mito más extendido y el que más se aprovecha para vender equipos a los consumidores que menos experiencia tienen, aunque afortunadamente poco a poco se ha ido generando una mayor conciencia.
El rendimiento de un PC depende de muchos componentes, como el procesador, el disco duro, la tarjeta gráfica y obviamente también la memoria RAM, pero esto no quiere decir que ésta sea el elemento más importante ni que todo dependa de ella.
Así, en función de lo que hagamos con nuestro equipo la importancia de esos elementos será mayor o menor y necesitaremos más o menos potencia en ellos, pero cuando hablamos de la memoria RAM a nivel de usuario común hay límites en los cuales más cantidad no implicará mayor rendimiento.
Es una especie de «techo» que supone que cuando lo toquemos no notaremos diferencia alguna si añadimos más RAM. No hay una regla universal, pero en general podemos fijar actualmente el siguiente esquema:
- PC ofimática y multimedia: máximo óptimo de 4 GB de RAM.
- PC para juegos actuales: máximo óptimo de 16 GB de RAM.
2-El modo de doble canal es imprescindible
Es otro punto que ha generado mucha polémica, aunque es cierto que debemos hacer una excepción a la regla general. Antes de ello vamos a desmentir el mito y luego aclaramos dicha excepción.
Antes de nada vamos a aclarar exactamente de qué estamos hablando para que todos, incluidos los lectores menos expertos, puedan seguirnos sin problemas. Cuando vamos a instalar memoria RAM en la placa base normalmente disponemos de dos opciones, utilizar únicamente un módulo y trabajar en un sólo canal, lo que nos deja un bus de 64 bits, o utilizar varios módulos en doble canal, lo que supone utilizar dos buses de 64 bits.
Esto nos permite conseguir un bus de 128 bits y aumentar el ancho de banda, algo que debería impactar considerablemente en el rendimiento, pero en la realidad apenas marca una diferencia para cualquier usuario medio.
En pruebas sintéticas sí podemos ver mejoras que pueden llegar a ser sustanciales, pero pasando al mundo real las mismas se evaporan. Ni en juegos ni en las aplicaciones más utilizadas llega a marcar una diferencia importante, así que no debemos tener miedo a utilizar por ejemplo un módulo de 8 GB de RAM y dejar espacio para ampliar en el futuro.
Llega el momento de hacer el matiz al que hicimos referencia. Si tenemos un equipo que utiliza una gráfica integrada la misma recurre a la memoria RAM y la utiliza como memoria gráfica.
Esta configuración sí se ve muy afectada por el uso del doble canal, ya que su rendimiento con dicho modo aumenta considerablemente y puede llegar a hacer jugable lo injugable.
3-Me basta con cumplir con el mínimo de RAM
Como sabemos las aplicaciones y los juegos suelen tener requisitos concretos de memoria RAM para poder funcionar correctamente, aunque en algunos casos los fabricantes apuran hasta un punto tan bajo que con los requisitos mínimos apenas es posible mover a trompicones su software.
Ya dijimos que tener mucha RAM no siempre implica más rendimiento, pero en este punto vamos a tocar precisamente todo lo contrario, la problemática de pensar que nos basta con llegar al mínimo para tener una buena experiencia.
Vamos a exponerlo todo con un ejemplo para que se entienda mejor. Tenemos un PC con 4 GB de RAM y queremos jugar a un título que pide 4 GB como requisito mínimo y 8 GB como recomendado.
Arrancamos y funciona sin problemas ya que cumplimos el mínimo, pero una vez empezamos a jugar sufrimos tirones constantes y la experiencia se hace insufrible.
¿Por qué ocurre esto si cumplo el mínimo? En primer lugar porque como dijimos llegar al mínimo no garantiza un funcionamiento óptimo, sino simplemente que el juego o la aplicación arrancará.
En segundo lugar debemos tener en cuenta que cuando jugamos o ejecutamos una aplicación con unos requisitos fijos de RAM debemos tener en cuenta que tanto nuestro sistema operativo como las aplicaciones que tengamos abiertas están consumiendo memoria, por lo que en realidad de esos 4 GB es posible que sólo queden 2,5 GB libres realmente.
Para estas situaciones un arranque limpio del sistema puede ayudar, pero lo mejor es buscar ese techo óptimo del que hablamos en el primer punto.
4-La frecuencia de trabajo no importa
Es otro mito que también está muy extendido. No hay duda de que a la hora de elegir entre cantidad y velocidad hay un tramo en el que debemos preferir lo primero a lo segundo.
Si por ejemplo cuando estamos montando un PC para juegos actuales es mejor 8 GB de DDR4 a 2.133 MHz que 4 GB de DDR4 a 2.666 MHz, principalmente porque con el primero llegaremos al nivel óptimo que piden la mayoría de los títulos actuales y con el segundo apenas tocaremos el mínimo.
No obstante una vez que hemos llegado a ese mínimo recomendadodebemos cuidar la velocidad de la memoria, sobre todo si tenemos una plataforma actual basada en Skylake, ya que el aumento de rendimiento puede ser muy elevado como podemos ver en el cuadro que publicó DigitalFoundry en su momento.
Por otro lado hay que tener en cuenta que la velocidad de la memoria también influye en el ancho de banda que tendrán disponibles las gráficas integradas al recurrir a la RAM, y que junto al ancho de banda puede marcar también una gran diferencia.
Con esto no queremos decir que tengáis que ir sí o sí a por las memorias más caras y rápidas del mercado, sino que simplemente es buena idea invertir en un extra de velocidad una vez hemos cumplido con esa cantidad mínima.
5-La RAM es un componente caro
Una de las mayores falacias que existen actualmente y en la que incluso llegan a caer algunos usuarios con ciertos conocimientos en la materia.
La memoria RAM no es cara a pesar de que es como dijimos uno de los elementos más importantes del PC, aunque obviamente hay kits de gamas altas que bien por cantidad, bien por oveclock de fábrica o por ambos elementos en conjunto pueden costar cientos de euros, pero es como todo, de la misma forma también hay tarjetas gráficas de más de mil euros.
Lo que queremos decir es muy sencillo, sólo tenemos que saber elegir y comprar de acuerdo a nuestro presupuesto y siguiendo el principio de la relación calidad-precio.
En base al mismo tenemos hoy por hoy kits muy majos de DDR3 y DDR4 con capacidades de 16 GB y velocidades muy buenas por menos de 100 euros.