Corsair M65 PRO RGB, análisis

La plataforma PC vive su mejor momento como dispositivo de ocio electrónico: a la ingente oferta de sofware (gracias, Steam) se une un hardware realmente competitivo que permite montar máquinas muy capaces a precios que pueden rivalizar con los de las consolas de nueva generación. Buena prueba de ello es un ecosistema de accesorios especializados que no para de crecer y donde Corsair ha ganado merecida fama. Analizamos hoy uno de sus últimos ratones especializados en gaming, el nuevo Corsair M65 PRO RGB.

Partiendo de la base del notable M65 RGB (lanzado en 2014), el protagonista de nuestro análisis estrena un sensor óptico capaz de detectar hasta 12.000 puntos por pulgada (DPI) y soluciona de un plumazo la crítica habitual a su predecesor: un sensor láser que va genial para ofimática y navegación web, pero que adolece de cierta falta de precisión cuando se trata de jugar. Corsair también ha aprovechado para actualizar el diseño (incluyendo el nuevo logo de la compañía) y mejorar notablemente el software de control y personalización.

Un examen detallado del periférico revela una construcción sólida que combina un chasis unibody de aluminio con plásticos de alta calidad. Detalles como la terminación rugosa de los laterales para mejorar el agarre, los interruptores Omron en los botones principales (hasta 20 millones de pulsaciones de vida útil) o la base en aluminio cepillado denotan que estamos ante un producto de calidad, más allá de diseños agresivos o luces personalizables. Con unas medidas de 118 x 72 x 39 mm. ofrece una superficie ideal incluso para manos grandes, con una postura ergonómica que nos permitirá jugar durante horas sin riesgo de molestias o lesiones a largo plazo.

En el perfil izquierdo encontramos las novedades más interesantes para el jugador: a dos botones laterales que podemos configurar a nuestro gusto se une un «botón de francotirador» que sirve para reducir los DPI de forma instantánea y ganar un plus de precisión en los juegos FPS.

Un software a la altura de un gran ratón

De nada sirve un gran surtido de opciones si no tenemos un software sólido que nos permita controlarlo; Corsair ha trabajado mucho en una aplicación para personalizar al extremo el comportamiento del dispositivo, desde la función de cada botón a los sentidos de giro de la rueda. Podemos personalizar macros (algo que puede resultar una importante ayuda en determinados títulos), jugar con las configuraciones de colores y efectos y guardar nuestas configuraciones favoritas en perfiles que podemos ir cambiando: así, podemos tener uno extremo para FPS, otro para uso ofimático, etc.

Por supuesto, es posible configurar el DPI que nos ofrecerá el botón de francotirador, pero también la de cada botón en horizontal y vertical. No es una opción para todo el mundo, pero aquellos usuarios intensivos de un título en concreto agradeceran esta posibilidad y podrán buscar en foros especializados las mejores configuraciones para rendir un poco más en escenario competitivo.

Hemos disfrutado del ratón durante un par de semanas con excelentes sensaciones. Es cómodo, realmente preciso y ofrece un deslizamiento suave pero con ese punto de control necesario en gaming. Además, la combinación del sistema de pesas intercambiables con la configuración de sensibilidad por software nos permite, tras algunas pruebas, que el dispositivo se adapte a nuestra forma de jugar y no al revés.

Corsair M65 PRO RGB, disponibilidad y precios

El nuevo Corsair M65 PRO RGB ya está disponible en distribuidores autorizados por un precio de 79 euros (nosotros lo hemos encontrado por 75,95 euros en Amazon). Estamos ante un producto muy interesante al que solo podemos achacar un sistema de iluminación que puede resultar demasiado discreto para según que usuarios. Por lo demás, excelente relación calidad precio para uno de los mejores ratones gaming que hemos probado este año.