La materia oscura estaría hecha de agujeros negros

Vamos a empezar el artículo con una pregunta necesaria, ¿qué es la materia oscura? Cuando hablamos de ella nos referimos a ese elemento que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectado directamente con los medios técnicos actuales, pero que a pesar de todo se puede deducir su existencia a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible que está presente en el universo.

Ahora que sabemos mejor qué es la materia oscura podemos entender mejor la noticia. Según una nueva visión alternativa la materia oscura estaría formada a partir de lo que se conoce como los agujeros negros primordiales, que son aquellos que aparecieron inmediatamente después del Big Bang, es decir, durante los primeros instantes de «vida» del universo.

Esta idea ha recuperado peso gracias a Alexander Kashlinsky, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Todo parte de la base que hizo posible el Interferómetro Láser de Onda Gravitacional del observatorio terrestre conocido como LIGO.

Gracias a él fue posible detectar ondas gravitacionales que se creía que venían de la colisión de dos agujeros negros, pero otro astrónomo vio que las ondulaciones en el espacio-tiempo eran mucho más pequeñas de lo que cabría esperar si aquellos fueran agujeros negros «maduros», lo que le llevó a sugerir que podrían haberse producido por agujeros negros primordiales (PBH por sus siglas en inglés).

Con esta idea sobre la mesa el astrónomo Alexander Kashlinsky ha querido ir más allá, y tras alinearla con sus observaciones anteriores del fondo cósmico infrarrojo (CIB) ha sugerido que es probable que la materia oscura sea una creación de los agujeros negros primordiales.

Esta hipótesis es muy interesante y tiene una base bastante más creíble que aquella que sostienen los que aseguran que la materia oscura está creada por una especie de partícula exótica masiva, cuya existencia no ha sido posible demostrar.

De momento no podemos dar mayor credibilidad a la propuesta de Kashlinsky, pero la investigación alrededor de su teoría continuará próximamente para demostrar si realmente esas ondas gravitacionales que fueron medidas por LIGO provienen de agujeros negros primordiales o si por contra son más recientes, una tarea en la que recurrirán a la Antena Espacial por Interferometría Láser conocida como LISA.

Más información: Space.