Europa acusa a Google de abuso de posición dominante
Ya os comentamos en su momento que la Comisaria de Competencia de la Unión Europea había iniciado una investigación en relación a un posible abuso de posición dominante por parte de Google, paso previo del que dependía una importante decisión final, presentar o no cargos contra el gigante estadounidense.
Finalmente la investigación ha tenido el peor final posible para la firma de Mountain View, ya que han decidido presentar formalmente una acusación contra Google por apreciar indicios suficientes de que la compañía violó las leyes comunitarias antimonopolio y de libre competencia que rigen en el viejo continente, y los principios recogidos en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
¿De qué acusa exactamente la Unión Europea a Google?
Dado que el concepto de abuso de posición dominante es muy amplio debemos concretar un poco. Tras la investigación se ha concluido que Google habría impedido con sus prácticas la libre competencia, limitando la posibilidad de los consumidores a elegir entre varias alternativas.
Esto ha sido posible debido a la estrategia que sigue la compañía, en la que busca directamente preservar y mantener su fuerza y dominio en el sector móvil pero de una forma totalmente desleal y contraria a la normativa comunitaria, vulnerando como dijimos el principio de libre competencia.
¿Cómo han llegado a esa conclusión? Al observar las prácticas e imposiciones de Google en su ecosistema móvil, donde obliga a vincular diversas aplicaciones y servicios, como por ejemplo Google Search, que viene preinstalado y establecido por defecto.
Os resumo el cuadro de cargos que piensan utilizar en el proceso contra los del pequeño androide:
- Forzar a los fabricantes a preinstalar el buscador de Google y el navegador Chrome, y exigir el establecimiento de dicho buscador por defecto en todos los dispositivos. Si no cumplen estas exigencias no obtienen la licencia necesaria para instalar y utilizar determinadas aplicaciones propietarias de la gran G.
- Evitar que los fabricantes vendan terminales con sistemas operativos rivales que estén basados en Android, que recordamos es Open Source.
- Ofrecer incentivos económicos tanto a fabricantes como a operadoras a condición de que preinstalen el buscador de Google en sus dispositivos.
Unas acusaciones muy graves que podrían tener serias consecuencias
Como vemos las acusaciones son muy graves, ya que golpean incluso la base Open Source de Android y ponen de relieve que Google no quiere sistemas operativos alternativos basados en «su Android».
Dado que el proceso no ha hecho nada más que empezar es imposible hablar con contundencia y seguridad sobre lo que podría pasar, pero teniendo en cuenta la gravedad de las acusaciones que se han presentado Google podría enfrentar multas de varios miles de millones de euros, y acabar siendo compelida a cesar de forma inmediata en sus prácticas monopolistas, lo que obligaría a la compañía a tener que replantearse por completo su estrategia.
Seguiremos el proceso con atención, aunque el desarrollo base no es nada especialmente complicado. El mismo no tiene fijada por ley una fecha límite, así que ahora que están la acusación sobre la mesa se irán sucediendo alegaciones, Google podrá ejercer su derecho a defenderse y la Comisión tomará una decisión cuando lo estime conveniente.