Análisis de Dark Souls 3 para PC

Era uno de los juegos más esperados y prometedores del año y por fin hemos podido probarlo. Hemos optado por la versión de Dark Souls 3 para PC para así poder hablar más a fondo de su calidad técnica, posibles errores, optimización y de todos esos detalles que queréis conocer antes de decidir si debéis comprarlo o no.

Obviamente en este análisis también hablaremos de otros aspectos, como su jugabilidad y su ambientación, y os dejaremos un resumen general a modo de conclusiones donde tendréis condensadas todas las claves más importantes.

Sin más preámbulos nos ponemos manos a la obra, y os recordamos que podéis plantearnos cualquier duda que tengáis en los comentarios.

Equipo de pruebas, configuración gráfica y rendimiento

Hemos analizado Dark Souls 3 en un PC que cumple de sobra con los requisitos recomendados oficiales que ha dado Bandai Namco, la distribuidora de esta nueva entrega desarrollada como sabemos por From Software.

Esto nos ha llevado a configurar todo al máximo con una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles y el resultado ha sido excelente, tal y como debería. Todo funciona a 60 fotogramas por segundo fijos, sin caídas ni «stuter». Tampoco hemos visto ningún fallo gráfico de importancia, salvando algún caso puntual y muy reducid de «popping» que no empaña en absoluto el conjunto.

Os listamos los componentes del equipo de pruebas:

• Windows 10 Pro actualizado a la última versión disponible.
• Intel Core i5 4690K @ 4,1 GHz.
• 16 GB DDR3 a 2.133 MHz.
• GTX 970 con los últimos controladores.

Valorando el nivel de calidad gráfica hay que reconocer que el uso del motor de Bloodborne le ha sentado de maravilla a Dark Souls 3. Podría entrar en detalles técnicos concretos, pero dado que es uno de los juegos más importantes del año hemos preferido reservar un apartado específico para ello, donde profundizaremos y os daremos algunos consejos para disfrutarlo al máximo incluso en equipos menos potentes.

Sí que os adelantamos una cosa que sirve de resumen y a la vez de aperitivo, el acabado gráfico y artístico de Dark Souls 3 es tan bueno que no he podido evitar pararme de vez en cuando a contemplar cuidadosamente los escenarios, y probablemente vosotros acabéis haciendo lo mismo.

Calidad gráfica, sonido y ajustes, un vistazo más a fondo

En el juego disponemos de cuatro grandes ajustes predefinidos, aunque podemos configurarlos manualmente para equilibrarlo según nos convenga. Por suerte tenemos bastantes opciones con las que jugar, y gracias a ello podemos adaptar el juego para correr muy bien incluso en equipos poco potentes.

Hemos podido comprobar que con una GTX 950, 8 GB de RAM y un procesador Intel Core i5 de segunda generación podemos mover el juego en 1080p y calidad máxima superando sin problemas los 30 FPS, consiguiendo medias cercanas a los 40 FPS, así que con soluciones como la GTX 750 TI deberíamos poder moverlo perfectamente en dicha resolución y calidad alta.

Con estas matizaciones queremos ayudaros a tener una idea aproximada de cómo puede rendir el juego en vuestro equipo, algo que sabemos que es muy importante, ya que de ello depende que podáis disfrutarlo o no.

Volviendo a los ajustes gráficos podemos decir que el juego luce de maravilla incluso en media, aunque hay algunos valores que debemos intentar mantener en alto para que la calidad final sea la mejor posible.

Si vais justos de rendimiento os recomendamos jugar con todo en medio salvo los reflejos, que deberíais dejarlos en alto, ya que de lo contrario llegaréis a zonas donde la ambientación se verá bastante perjudicada, y ese es precisamente uno de los grandes atractivos del juego.

Pasamos a valorar directamente el acabado gráfico. El juego es impecable, y no porque la calidad gráfica sea especialmente revolucionaria, sino porque la misma se ve acompañada de una ambientación y un acabado artístico que nos deja un conjunto de sobresaliente.

Como anticipamos el juego es un deleite para la vista, tanto que te incita a pararte unos segundos y disfrutar de todo lo que te rodea, cosa que por otro lado viene bien para relajarnos un poco, ya que como os contaremos más adelante es todo un desafío.

Desde un punto de vista más técnico la calidad de las texturas en general es muy buena, los efectos están muy cuidados y el modelado de personajes en general cumple de sobra. Todo esto se ve acompañado de unos escenarios muy ricos en detalles, una iluminación que roza la perfección y que tiene matices brillantes, como los reflejos en la armadura del caballero, y unos mapas muy amplios.

Respecto al sonido raya también a un nivel sobresaliente y casa de maravilla con el juego, siendo en definitiva la guinda a un juego de gran factura técnica.

Jugabilidad e historia, pequeñas innovaciones sin perder la esencia

Esta tercera entrega mantiene casi intacta la esencia jugable de la franquicia Dark Souls, tenemos una gran variedad de clases y ese toque de rol característico, aunque introduce algunos cambios menores que son de agradecer y que contribuyen en definitiva a facilitar y agilizar el control, haciendo que todo sea más dinámico y divertido.

El control es intuitivo incluso si no has jugado a los anteriores, no te costará acostumbrarte a él, y encima tendrás un tutorial al principio que te irá llevando «de la mano» hasta llegar al Santuario de Enlace de Fuego, nuestro lugar de viaje y descanso.

Como anticipamos este tutorial os pondrá las pilas, ya que vendrá acompañado de enemigos básicos que quizá os hagan creer que el juego va a ser un mata mata pasillero muy fácil, pero nada más lejos de la realidad, ya que en cuanto lleguéis a la segunda zona os daréis cuenta de lo equivocados que estabais.

Esto nos lleva a hablar de la dificultad. Dark Souls 3 es difícil, mucho para lo que se estila hoy en día, y es que From Software ha sabido mantener con acierto la dinámica de «prueba y error» vista en los juegos anteriores, en la que cada enemigo y cada jefe tienen patrones de comportamientos únicos y encima no son estáticos, ya que los segundos sufren transformaciones que nos obligan a cambiar de estrategia o morir sin remedio.

Olvídate de machacar botones, si quieres llegar lejos tendrás que aprender a observar y elegir sabiamente si esquivas, atacas o te alejas. También tendrás que mirar con cuidado el mapa, ya que una emboscada inesperada de enemigos puede acabar contigo en segundos.

Por suerte el control responde a la perfección y no hay fallos gráficos ni nada que afecte a la jugabilidad, así que no tendremos excusas cuando nos maten, habrá que seguir practicando sin más remedio.

Saltando a la historia From Software mantiene el estilo de contar más con escenarios y situaciones que con palabras. No quiero entrar en detalles para no arruinaros lo más mínimo el juego, pero sí puedo deciros que el argumento engancha y que cada escenario es único y tiene su propia historia que contar.

Conclusiones

From Software es una de mis desarrolladoras favoritas, algo que consiguieron sobre todo gracias a los dos Otogi de Xbox y que reafirmaron con la saga Dark Souls. Con esta tercera entrega han mejorado lo que parecía imposible, y lo han hecho sin grandes alardes ni grandes exigencias, demostrando que es posible lanzar un juego casi perfecto sin tener que demandar un ordenador de 1.000 euros para disfrutarlo.

A nivel técnico es sobresaliente como dijimos, y se lleva bien con equipos modestos, luciendo además de maravilla incluso en calidad media, mientras que a nivel jugable es todo un desafío con una curva de dificultad creciente que en algunos casos puede llegar a desesperarnos un poco, pero seamos francos, esa es una de las cosas que tanto nos gustan de la saga Dark Souls.

El control ha mejorado ligeramente y es casi perfecto, simple, rápido e intuitivo, y la historia se ve respaldada por una narrativa más gráfica que «de letra» perfectamente conjuntada con una de las mejores ambientaciones que hemos visto hasta la fecha.

Dark Souls 3 no es perfecto, pero se queda a un paso de serlo, y os lo recomendamos sin ninguna duda.