Así de fácil es disfrutar de la retrocompatibilidad en Xbox One
La retrocompatibilidad con Xbox 360 ha sido sin duda una de las funciones más atractivas que ha traído la llegada de Windows 10 a Xbox One, aunque inicialmente la misma había generado algunas dudas que Microsoft ha querido resolver en un vídeo tan simple como efectivo.
En esencia estas son las cuestiones que resuelve dicho vídeo:
- ¿Cómo funciona la retrocompatibilidad? Simplemente descargas el juego que quieras y lo ejecutas, sin mayor complicación.
- ¿Qué pasa si quiero disfrutar de una copia física de Xbox 360? Muy sencillo, insertas el disco y a jugar, no tienes que hacer nada más.
- ¿Qué pasa si quiero jugar offline? Nada, una vez que lo tienes descargado en tu disco duro puedes jugar tantas veces como quieras, incluso aunque no tengas conexión a Internet.
- ¿Cuánto me va a costar? Absolutamente nada, de hecho el propio vídeo lo deja claro, ¿por qué vas a volver a pagar por algo que ya tienes?
Un movimiento muy inteligente por parte de Microsoft, con el que consigue «meter el dedo en el ojo» a sus rivales y que por fin pone algo de sentido común al lucrativo pero controvertido negocio de volver a hacer dinero con juegos antiguos, en el que por desgracia suele ser habitual forzar a los usuarios a comprar juegos que ya tienen para disfrutarlos en su nueva consola.