Nissan Juke Nismo RS, para jugar en serio
¡Eres un juguete!
Woody (Toy Story)
Cuando uno se enfrenta a la prueba de un coche con la estética del Nissan Juke escucha todo tipo de comentarios, algunos alabando lo atrevido y urbano del diseño y otros menos halagüeños. Y es que el Juke es así, un coche que ha sido diseñado para no pasar desapercibido. Sin embargo uno de los comentarios me llamó más la atención: “parece un juguete”.
Y aunque parezca una observación negativa al final es la que más se ha acercado a describir lo que es realmente el modelo de Nissan Juke que tuvimos entre manos: un verdadero juguete a tomar muy en serio. A las líneas atrevidas habituales del pequeño cross-over de Nissan se unen en esta ocasión los detalles de personalización de la familia deportiva Nismo.
Externamente se han instalado unos nuevos paragolpes, una parrilla personalizada distintiva de la versión deportiva, taloneras, distintivo en la parte posterior y un alerón especial. Nada especialmente llamativo si uno no se fija bien en los detalles. Eso sí, las espectaculares llantas de 18 pulgadas y las pinzas rojas asomando tras ellas deberían dar una pista sobre la personalidad del coche…
Ficha técnica
Una vez en el interior ya es imposible confundirlo con un Juke del montón. Lo primero unos impresionantes asientos de la marca Recaro personalizados con el logotipo de Nismo que recogen de forma perfecta en las peores situaciones centrífugas, aunque algo incómodos para entrar o salir. La tapicería de ante y las costuras rojas dan un aspecto realmente exclusivo al habitáculo.
Entre costuras
El panel de instrumentos con el cuentarrevoluciones de fondo rojo también luce el logotipo Nismo y también encontramos detalles (en algunos casos un poco excesivos) como el parasol sobre el panel tapizado en alcántara con costuras rojas o el volante, igualmente con costuras rojas y parte del cuero que lo recubre en ese color. Costuras rojas también para el pomo del cambio (en nuestro caso manual).
En el interior también vemos una pantalla multifunción de 5,8 pulgadas que se ha quedado algo pequeña para lo que se estila y frente a smartphones que ya alcanzan esas cifras. Debajo una segunda pantalla para gobernar el control dinámico Nissan. Ambos sistemas se describen más adelante. Los pedales deportivos en acabado de aluminio En fin, toda una puesta en escena muy teatral para que nadie pueda llamarse a engaño al ponerse al volante de este Nissan. Así que una vez advertidos convenientemente pulsamos el botón de encendido.
Los 218 caballos del Nissan Juke Nismo RS (para la versión automática son 214) ronronean enseguida para completar el mensaje que transmite la estética del conjunto. El sonido del escape especialmente desarrollado para esta versión es ronco y agradable, una característica que debe cuidarse en modelos como este que rivalizan con los GTI más tradicionales.
Una vez en marcha las sensaciones son estupendas. El Juke Nismo RS es un verdadero juguete. El pequeño motor turbo de 1.600 centímetros cúbicos entrega con soltura sus 218 caballos desde bastante abajo gracias a un par de 280 Nm que está disponible entre las 3.600 y las 4.800 vueltas. Algo que nos puede otorgar cierto prestigio en los semáforos de nuestro barrio aunque esté poblado de coches alemanes y/o italianos de más relumbrón. No en vano este pequeño es capaz de acelerar de 0 a 100 en apenas 7 segundos.
Libertad
Pero donde el juguete realmente se vuelve divertido es en carretera. Las marchas cortas (muy cortas, la sexta no es de las de ir relajados), el excelente chasis, las suspensiones duras y una dirección bastante precisa y rápida hacen de una carretera virada todo un parque de diversiones. Eso sin perder de vista la seguridad, con unos generosos discos dispuestos a corregir cualquier exceso o imprevisto con sus 320 milímetros.
Es curioso porque el territorio de los Juke es normalmente la ciudad, pero está claro que al RS no podremos retenerle durante mucho tiempo entre atascos y supermercados. Necesita libertad. En nuestra prueba en los alrededores de Madrid realizamos una obligada excursión a La Cruz Verde (famosa entre los aficionados a las dos ruedas) y fue realmente un placer. Eso sí, hay que estar preparados para volver al surtidor al terminar la excursión porque a ritmos alegres este Juke (a diferencia de sus hermanos más “razonables”) bebe sin ningún pudor.
En los adelantamientos el Nissan dio su mejor cara, dando siempre la sensación que teníamos todo bajo control. El largo rango de uso del motor nos ha permitido salvar todo tipo de situaciones de este tipo sin apenas despeinarnos.
Esto unido a que el depósito de combustible es de apenas 46 litros no permite alegrías durante demasiado tiempo… Pero como habíamos dicho no estamos ante un coche práctico, es un juguete y no pretende ser otra cosa. Un juguete, ojo, que hay que tomar muy en serio. Aunque los frenos son seguros y el chasis y la dirección muy nobles hay que dosificar con tiento el acelerador para no pasar apuros.
Sin bromas
Seguramente la versión con tracción a las cuatro ruedas permitirá algo más de desmelene en circunstancias comprometidas. No exige demasiado, pero tampoco hay que despistarse.
En cuanto al resto de las características del coche comparte el exiguo maletero del resto de la cama (aunque ha aumentado respecto a la generación anterior) con 354 litros. Suficiente para una excursión de unos pocos días. Las plazas traseras son cómodas para dos personas, pero inplanteables para tres adultos de cierta corpulencia.
En cuanto al sistema multimedia se incorpora el sistema Nissan Connect. Además de las funciones de entretenimiento permite utilizar un limitado conjunto de aplicaciones de nuestro Smartphone a través de la pantalla del sistema de entretenimiento. Algunas de ellas son TripAdvisor, Twitter o Facebook además del sistema de streaming Tune-in.
Se incluye la clásica conectividad Bluetooth tanto para el manos libres como para la reproducción de música o la conexión a Internet. No es posible conectarse a Internet a través de Bluetooth, lo que resta versatilidad al sistema.
El sistema de navegación es bastante eficaz con un interfaz claro y un buen funcionamiento en todas las circunstancias. Solamente lo limita la pantalla de 5,8 pulgadas que otros modelos superan con creces y una elección de colores discutible. Tampoco la calidad de imagen de la pantalla es de las mejores, pero suficiente para su labor.
Me ha parecido especialmente bien pensada la disposición de botones y los diales, que permiten acceder a las funciones más importantes en todo momento sin tener que acudir la pantalla táctil.
Dentro de las opciones de audio se encuentra también la posibilidad de escuchar emisoras DAB (Digital Audio Broadcasting) lo que ofrece una excelente calidad de sonido aunque en zonas de poca cobertura (como un garaje) perderemos totalmente la señal.
En la pantalla también podremos ver la señal de las cámaras de aparcamiento. En nuestra unidad también disponíamos del sistema de visión de 360º que aunque menos refinado que el de otras marcas resulta muy útil para observar obstáculos fuera de nuestro ángulo de visión.
Hay que decir que por el diseño exterior del Juke estas cámaras se hacen necesarias pues no dispone de una visibilidad trasera demasiado buena y en cuanto a la parte delantera es complicado saber hasta dónde podemos apurar.
Las personalidades del Juke RS
Debajo de la pantalla del sistema de entretenimiento encontramos una zona dedicada al sistema de control dinámico Nissan. Al escoger entre los modos Eco, Normal y Sport el coche variará el comportamiento del motor, las suspensiones o la dirección.
Al mismo tiempo la pantalla informará de detalles específicos según el modo escogido como por ejemplo ahorro de combustible en modo eco y en modo Sport datos como las fuerzas G que soporta el coche en movimiento o la entrada del turbo. La pantalla también muestra información de la climatización.
Durante nuestras pruebas tuvimos ocasión de probar los distintos modos y hay que decir que por ejemplo notamos poca diferencia en aceleración o comportamiento del coche entre el modo Eco y el Sport. Tampoco la información adicional es especialmente valiosa, pero desde luego es un elemento más para impresionar a nuestros pasajeros.
Conclusiones
En resumen el rasgo más característico del Nissan Juke RS es sin duda que es un juguete extremadamente divertido. El ser un cross-over hace que por un lado las sensaciones queden algo atenuadas con respecto a un GTI más pegado al suelo, pero por otro lado le dan una estética y una versatilidad difíciles de encontrar en juguetes de ese tamaño.
Se trata de un coche con una personalidad muy marcada, tanto en su aspecto como en su comportamiento en carretera y eso es algo que a buen seguro sabrán apreciar aquellos que quieran salirse de la norma. Mi consejo, ya que ha sido mi experiencia personal, es no juzgar a este talentoso japonés por el exterior, un juguete es mejor probarlo.