El Ministerio de Defensa italiano migra a LibreOffice

El Ministerio de Defensa italiano migrará 150.000 máquinas a la suite ofimática de código abierto LibreOffice, reemplazando a Microsoft Office y adoptando ODF como formato oficial de documentos.

Se trata de la segunda mayor migración a suites de productividad de código abierto realizada en Europa después de la realizada en el Ministerio del Interior francés con 240.000 equipos, según explican nuestros compañeros de MuyLinux.

La migración a LibreOffice es consecuencia de una ley italiana aprobada en junio de 2012, estableciendo que el software libre y de código abierto fuera la opción por defecto en las administraciones públicas del país. El Ministerio de Defensa es la primera organización del gobierno central en cambiar a una suite de productividad de oficina de código abierto pero hay otras muchas regionales que ya la utilizan, incluyendo la Regione Emilia Romagna, las provincias de Perugia, Cremona, Macerata, Bolzano y Trento, y las ciudades de Bolonia, Piacenza y Reggio Emilia.

También hay proyectos de migración a soluciones de código abierto en otros países europeos como Reino Unido, Francia, España, Austria, Alemania y Holanda. En España son conocidos los 10.000 PCs del sector sanitario de la comunidad extremeña y en Alemania el caso de Múnich, corriendo LibreOffice en 17.000 máquinas.

Un caso el de Múnich especial por los rumores de vuelta atrás y que está siendo utilizado por los fabricantes de software propietario para intentar demostrar que las «migraciones a software libre son un error». De momento Múnich sigue con soluciones de código abierto y más parece una batalla política entre concejales que no una toma de decisión documentada sobre la mejor solución a utilizar.

También importante el caso de Pesaro que volverá de OpenOffice a MS Office explicada a fondo por José Pomeyrol. A nadie escapa que hay una gran batalla porque las cifras de negocio en las administraciones públicas son fabulosas. Comentado fue el vuelo de Steve Ballmer a Múnich cuando se estaba decidiendo la migración. Más allá de la pérdida de unas miles de licencias de Windows y Office, en Microsoft fueron conscientes del perjuicio que para sus intereses podía suponer este proyecto si tenía éxito y se convertía en ejemplo a seguir por otras administraciones.