El futuro de la agricultura: drones, robots y GPS

La agricultura actual se está transformando en un ecosistema de alta tecnología que la mayoría de los agricultores del siglo 20 apenas podrían reconocer, describe un profesor de ingeniería biológica de la Universidad de Texas en un interesante artículo en Mashable.

Comentábamos en nuestro especial de tecnología 2014 que la Tierra tendrá este año 9.600 millones de personas. Alimentarlos reduciendo el consumo de agua y pesticidas manteniendo a la vez producciones masivas serán todo un reto y el uso de la alta tecnología va a ser fundamental y una revolución a la altura de la que sustituyó hace un siglo la fuerza animal por los motores de combustión en los campos de cultivo.

En los últimos 20 años, el sistema de posicionamiento global (GPS), sensores electrónicos y otras nuevas herramientas han movido a la agricultura a un campo tecnológico. Más allá de introducir aire acondicionado y equipo de música, la cabina de un tractor o cosechadora moderna, incluye pantallas de ordenador que indican el rendimiento de la máquina, la posición de campo y características de funcionamiento añadidas como plantadores de semillas.

Es solo el comienzo porque dispositivos como drones ya se están utilizando con éxito en la agricultura para aumentar el rendimiento y reducir los daños a los cultivos. Los drones van equipados con cámaras y sensores y vuelan autónomamente controlados por GPS pero sin necesidad de operador. En comparación con las imágenes por satélite, los drones agrícolas son mucho más baratos y ofrecen una mayor resolución, con un punto de vista de baja altitud de 0 a 120 metros.

Estas imágenes, tanto si se analizan visualmente o por ordenador, muestran diferencias en la cantidad de luz reflejada que puede ser relacionada con la salud de las plantas o el tipo de suelo, deficit de agua o vegetación como muestran las siguientes imágenes. 

Tipo de suelo cuya fertilidad es preciso conocer. Las últimas aplicaciones GPS para agricultura ofrecen receptores para localizar posiciones precisas y tomar muestras de cada una de ellas. Un laboratorio analiza estas muestras y crea un «mapa de fertilidad» en un sistema de información geográfica. Utilizando el mapa, un agricultor puede prescribir la cantidad de fertilizante para cada lugar. Aplicadores con tecnología de tasa variable (VRT) dispensan exactamente la cantidad requerida en cada zona, en un proceso que se conoce como agricultura de precisión.

Los robots serán otra parte vital de la agricultura del futuro y serán utilizados para reemplazar a las personas en la tediosas tareas de cosecha manual de algunas especialidades donde no es posible meter las grandes máquinas. Máquinas que utilizarán todo tipo de sensores y GPS, y que también serán robotizadas y autónomas en el futuro.

Otro de los grande avances llegará del «fenotipo de plantación de alto rendimiento» (HTPP), una tecnología de agricultura de precisión que suma genética, sensores y robótica. Se utiliza para desarrollar nuevas variedades o «líneas» de un cultivo para mejorar las características tales como el contenido nutritivo y la sequía y la tolerancia a plagas. HTPP emplea múltiples sensores para medir características físicas de las plantas, como la altura; número de hojas, tamaño, forma, el ángulo, el color o el marchitamiento.

El fin último de todos estos aparatos de alta tecnología es la optimización, tanto desde el punto de vista económico como del medioambiental. La idea es aplicar la cantidad óptima de agua, fertilizantes, pesticidas, combustible o mano de obra, cuando y donde se necesite para producir eficientemente al máximo de rendimiento.

La producción agrícola está llegando tan lejos que es difícil imaginar lo que veremos en el futuro pero los ingenieros agrícolas y biólogos apuestan por un sector sostenible económico y medioambental, con protagonismo para la alta tecnología, lleno de drones, robots y GPS. Si nuestros bisabuelos levantaran la cabeza y vieran los avances desde sus yuntas y bueyes… Pobres; cuánto han trabajado y todavía trabajan en algunas zonas.