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Guía: consejos para actualizar un PC LGA775 o AM2 por 100 euros
A día de hoy son muchos los usuarios que todavía utilizan equipos relativamente antiguos, basados sobre todo en procesadores tipo Core 2 Duo-Athlon X2 o inferiores, aunque por suerte para ellos [pajarito]actualizar un PC LGA775 o AM2 es relativamente sencillo y económico.[/pajarito]
Si contamos con un presupuesto reducido pero queremos tener la oportunidad de seguir disfrutando de juegos actuales sin gastar mucho dinero y nuestro PC se basa en dichas plataformas deberemos recurrir, obviamente, al mercado de segunda mano, algo que puede echar a más de uno para atrás, pero que ciertamente es una opción bastante recomendable que no debemos rechazar.
Obviamente al recurrir a la compra de artículos usados es conveniente usar el sentido común e intentar comprar en mano, ya que por desgracia hay mucho «listo» suelto que puede intentar engañarnos. Si encima podemos ver el artículo en funcionamiento antes de adquirirlo mejor que mejor, así que ya sabéis, mucho cuidado, no os dejéis llevar por la pasión ante gangas que suenan demasiado bien para ser reales.
En esta guía os dejaremos algunas de las claves más importantes que os ayudarán a actualizar vuestros equipos LGA775 o AM2 sin gastar dinero de más y siempre de forma adecuada a vuestras necesidades, de forma que consigáis una configuración óptima que os permita disfrutar de los juegos actuales durante un par de años más.
Como siempre os animo a comentar y os invito a dejar cualquier duda que tengáis en los comentarios.
Primeros pasos: conoce tu equipo y sus posibilidades de expansión
Esto es vital, ya que nos permitirá conocer los límites con los que tendremos que jugar a la hora de expandir nuestro equipo.
Así, los puntos que debemos tener claros se pueden resumir en cinco:
- Nombre completo de la placa base que tenemos, sobre todo si es AM2, ya que muchas de ellas son actualizables a AM2+ y AM3 a través de una simple actualización de la BIOS, algo que podremos consultar en la web oficial de cada fabricante.
- Cantidad máxima de memoria RAM y tipo (DDR2 o DDR3) que soporta.
- Potencia de nuestra fuente de alimentación y conectores que incorpora, ya que nos sirve de base para saber qué tarjetas gráficas podemos y no podemos utilizar.
- Revisar el espacio de nuestra caja para colocar nuestras tarjetas gráficas, sobre todo las de mayor tamaño.
- Resolución a la que vamos a jugar.
Una vez tenemos claros estos aspectos podemos lanzarnos a ver qué componentes son los más adecuados para nosotros.
Procesador de cuatro núcleos, un valor seguro
Aquellos usuarios que en su momento compraron un Core 2 Quad se han llevado una gran alegría, y es que estos campeones todavía muestran un rendimiento muy bueno, sobre todo si alcanzan los 3 GHz de velocidad.
Pasar de un Core 2 Duo a un Core 2 Quad ha sido algo criticado por muchos como de «absurdo», pero lo cierto es que marca una diferencia de rendimiento considerable, hasta tal punto que consigue que podamos disfrutar de aumentos de rendimiento de hasta un 70% en algunos juegos actuales.
Sí, actualizar nuestro procesador de doble núcleo a uno de cuatro núcleos es una buena idea, incluso aunque sea un modesto Core 2 Quad, ya que alargará en gran medida la vida de nuestro equipo con un gasto mínimo.
Podemos encontrar diferentes ofertas en el mercado de segunda mano, siendo los modelos Core 2 Quad Q9XXX los más potentes gracias a su caché de 12 MB, pero también son los más caros.
Con ello en mente lo más recomendable es adquirir un Core 2 Quad Q6600 versión SLACR G0, ya que son muy económicos y se pueden overclockear sin problemas a 3,2 GHz.
El precio justo de estos procesadores ronda los 40-50 euros en el mercado de segunda mano, así que no recomiendo pagar más por ellos.
¿Y los usuarios de AMD? Pues lo tienen también muy fácil. Tras actualizar nuestra placa a AM2+ o AM3 deberíamos buscar un procesador Phenom II X4 que supere de casa los 3 GHz. Un precio justo para este tipo de procesadores va desde los 50-60 euros hasta los 70-90 euros en el caso de los modelos más potentes y con multiplicador desbloqueado, como los Phenom II X4 980 BE.
Memoria RAM, cantidad sobre velocidad
La mayoría de placas base que montan este tipo de equipos soportan DDR2 hasta un máximo de 4 GB, cifra que la verdad resulta un poco justa actualmente, pero suficiente para jugar de momento sin problemas a casi todo.
Por ello debemos saber el tipo de RAM y la cantidad que soporta nuestra placa base. Así, si permite instalar un máximo de 4 GB tendremos la posibilidad de aguantar un tiempo subiendo la memoria al máximo que admite nuestra placa.
Si por contra soporta un máximo de 8 GB podemos montar 6 GB y jugar con total garantía, ideal para presupuestos muy ajustados, o ir directamente a por los 8 GB si no nos importa invertir un poco más.
Tened presente que si nuestra placa soporta DDR2 y DDR3 y tenemos, por ejemplo, que elegir entre 4 GB de DDR3 a 1.066 MHz u 8 GB de DDR2 a 866 MHz deberíamos optar por la segunda opción.
Os recordamos que incluso juegos actuales que piden 6 GB de RAM, como por ejemplo Call of Duty Advanced Warfare, son perfectamente jugables en equipos con 4 GB de RAM utilizando el parche correspondiente.
Tarjeta gráfica
En este punto entra en juego la resolución a la que queremos jugar y nuestra fuente de alimentación.
Actualmente las GTX 460-560 son opciones muy interesantes dentro del mercado de segunda mano, ya que rondan entre los 50 y los 60 euros y ofrecen un rendimiento más que bueno para jugar en resoluciones 720p-900p (1.280 x 720 o 1.600 x 900 píxeles).
Con ellas también es posible llegar algunos juegos hasta los 1080p reduciendo la calidad gráfica, así que son una opción totalmente recomendable.
Es importante tener en cuenta también que para mantener dichas tarjetas gráficas con garantías es necesario contar con una fuente no genérica de mínimo 400W.
En el caso de que nuestra fuente sea de poca potencia, por ejemplo 300W, y no queramos cambiarla podemos optar por una GTX 750, aunque en este caso es más aconsejable comprarla nueva y el precio sube hasta los 110 euros.
Podemos encontrarla por ese precio en Amazon España.
Por el lado de AMD las HD 7770 son también una gran opción si la encontramos de segunda mano a precios razonables, nunca superiores a los 65 euros.
¿Qué conseguimos con estos cambios?
Vamos a poner un ejemplo para ilustrar mejor el cambio. Actualizamos nuestro equipo base, un Core 2 Duo E8200 con GTX 260, a un Core 2 Quad Q6600 G0 y una GTX 460, todo ello nos cuesta aproximadamente 100 euros.
No tocamos la RAM porque nuestro equipo ya dispone de 4 GB, el máximo que admite la placa base. Pues bien con este cambio podremos disfrutar de casi todos los juegos actuales en calidad media, alta o incluso ultra, dependiendo de la resolución que utilicemos y de la exigencia del juego, manteniendo una buena tasa de FPS.
Si encima realizamos un arranque limpio del sistema notaremos una cierta mejora de rendimiento en algunos juegos concretos, ya que liberaremos memoria RAM que podrá ser utilizada por ellos.
En resumen, por apenas 100 euros daremos una segunda vida a nuestro equipo y podremos jugar a un nivel más que aceptable.
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