Historia de un moribundo: Windows RT queda fuera de Windows 10
Windows RT, el sistema operativo para soportar arquitecturas ARM, no tiene sitio en el futuro de Microsoft y no formará parte de la integración prometida en Windows 10, aunque Microsoft ha prometido una actualización con «alguna de las nuevas funciones de Windows 10». Una estrategia que pensamos es más por cuidar a los clientes que por dotar de futuro a la plataforma.
Hace año y medio que nos preguntábamos por el futuro de Windows RT y hoy podemos concluir que está destinado a una muerte lenta porque el anunciado Windows 10 no soportará -en principio- arquitecturas ARM.
Como sabes, Windows RT es un desarrollo con base en Windows 8 destinado a soportar equipos (principalmente tabletas electrónicas) con arquitectura RISC de ARM. Diseñado para hacer frente a la avalancha de tablets con Android, desde el primer momento encontró dificultades principalmente porque no soportaba la ejecución de aplicaciones x86 (las clásicas de Windows).
Su lanzamiento junto a los tablets Windows 8 provocó un desconcierto total entre el usuario de a pie que no tiene ni idea de arquitecturas ni de chips y que solo quiere que su dispositivo funcione con las aplicaciones que conoce. Una política de comunicación poco clara de Microsoft tampoco ayudó.
La comercialización de un tablet propio como Surface RT fue otro punto crítico. Los OEM montaron en cólera ante lo que vieron como una competencia desleal de su aliado Microsoft. Las fuertes críticas, abiertas y públicas, de un socio de referencia como Acer, aún resuenan en Redmond. El lanzamiento fue un desastre. Seis millones de unidades se quedaron sin vender provocando a Microsoft pérdidas de 900 millones de dólares.
El resto de fabricantes, Samsung, HP o Toshiba, abandonaron cualquier proyecto bajo RT. Sucesivas rebajas de precio ayudaron a reducir el stock de Surface RT y Surface 2 con la misma arquitectura, pero el daño estaba hecho. Las malas lenguas dicen, incluso, que este tema podría haber sido la puntillapara el relevo de Ballmer.
¿Tiene sentido hoy en día Windows RT?
En nuestra opinión, ninguno. En los últimos meses, Microsoft rebajó los requerimientos de hardware para tablets con Windows 8, mejoró el sistema con Windows 8.1 y regaló el sistema operativo a los fabricantes. Intel puso su parte subvencionado los chips Atom y el resultado fue la llegada al mercado de modelos como los HP Stream, con un precio de 99 dólares, corriendo aplicaciones x86 y actualizable gratis a Windows 10.
Demoledor para RT porque el futuro de Microsoft va por un Surface 4 Pro (que presumimos espectacular tras el sobresaliente Surface Pro 3) y un fuerte apoyo a sus socios con un Windows 10 gratis que gobernará tablets, portátiles y convertibles con precios de venta entre 100 y 300 dólares.
Otra cosa es que Microsoft se plantee en un futuro soportar arquitecturas ARM bajo el ecosistema Windows 10 pero implementando algún tipo de solución para que sea capaz de ejecutar «aplicaciones universales» x86. Mientras eso no suceda (que no lo parece) descanse en paz Windows RT…