GIGABYTE G1.Sniper A88X, análisis

Las placas base de la serie Sniper de GIGABYTE están pensadas para montar PCs de alto rendimiento para juegos, y hasta la llegada de esta GIGABYTE G1.Sniper A88X, para sockets FM2+ de AMD, estaban reservadas exclusivamente a procesadores de Intel. Así, los gamers más exigentes tienen más opciones donde escoger, sobre todo en el caso de querer aprovechar las GPU integradas de AMD, que por regla general superan a la mayoría de las de Intel (aunque lógicamente, si se trata de un PC para videojuegos las gráficas dedicadas no deberían faltar).

Las placas con socket FM2+ son compatibles con las APUs de AMD Trinity y Richland, y en el futuro lo serán también con la próxima generación, AMD Kaveri, prevista para comienzos de 2014 y desarrollada con tecnología de 28 nanómetros. De esta forma, se convierten en una opción con más recorrido que las actuales placas con socket FM2, por su mayor compatibilidad.

Esta G1.Sniper, con formato ATX (30,5 x 22,5 cm), viene con el chipset más reciente de AMD, A88X (que viene a mejorar a su inmediato antecesor, A85X) e incluye un slot principal con soporte para PCI Express 3.0. Su estética también es indudablemente gamer, con una construcción muy robusta y detalles en negro, plata y verde, y en cuanto a opciones de expansión se refiere, viene excelentemente surtida: dos ranuras PCI, otras tres PCI Express x1 Gen 2.0, una PCI Express x4 Gen 2.0 y otra PCI Express x16 Gen 3.0, aunque a este último slot solo le sacaremos el máximo partido si instalamos una APU de la serie Kaveri. A la hora de conectar tarjetas gráficas, la placa GIGABYTE G.1 Sniper A88X soporta las tecnologías CrossFire y Dual Graphics de AMD (pero no NVIDIA SLI), y es capaz de soportar hasta tres monitores conectados de forma simultánea.

En materia de conexiones internas, destacan los ocho conectores SATA (todos ellos a 6 Gbps) y los tres USB (dos de tipo 2.0 y otro más para 3.0/2.0), mientras que sus cuatro ranuras para memoria RAM admiten un máximo de 64 Gbytes a 2.400 MHz como tope (2.133 MHz si no hacemos overclocking). Si nos fijamos en su panel posterior, allí encontramos 7 puertos USB (dos de ellos 3.0), salidas de video HDMI, DVI y VGA, entradas PS/2 para teclado y ratón, cinco minijacks de audio, salida óptica S/PDIF y un puerto RJ-45, con lo que apenas echamos en falta nada (como mucho, un DisplayPort).

BIOS y disipador

En esta placa, GIGABYTE utiliza la misma interfaz UEFI que podemos encontrar en las destinadas a chipsets Intel Z77, con capacidades de overclocking (para la CPU, la memoria y los voltajes) y un uso muy intuitivo. Además, gracias al soporte para DualBIOS, estaremos más seguros en caso de producirse algún fallo, ya que disponemos de una principal y otra de backup para recuperarla si es necesario. Por su parte, la función Xpress Install facilita enormemente la configuración del PC, encargándose de descargar los controladores más recientes y ajustarlos.

En cuanto al disipador se refiere, esta G1.Sniper A88X cuenta con tecnología GIGABYTE Ultra Durable 4 Plus, que se materializa en un diseño del disipador que favorece la refrigeración de las zonas más sensibles de la placa base, y es de tipo pasivo.

Sonido especialmente cuidado

Pero entre todas estas características, las relacionadas con el audio adquieren una especial importancia, gracias al chip Realtek ALC898 con condensadores Nichicon bañados en oro (que aporta mejor protección frente a posibles interferencias al tratarse de un excelente conductor de la señal), amplificador profesional OP-Amp integrado y tecnología Gain Boost que permite cambiar entre dos modos distintos de amplificación (2,5x y 6x) para ajustarse de la mejor forma posible a los altavoces o auriculares que vayamos a utilizar. También dispone de puerto USB DAC-UP, capaz de proporcionar una alimentación limpia y libre de ruido, e incluso los minijacks para las conexiones de audio están chapados en oro, cuidando así hasta el más mínimo detalle en este aspecto.

Conclusiones

Para comprobar el rendimiento de la placa G1.Sniper A88X, la analizamos junto a un procesador AMD A10 6700 (con arquitectura Richland), 8 Gbytes de memoria RAM DDR 3 a 1.600 GHz (repartidos en dos módulos de 4 Gbytes de la serie XLR8 de PNY), disco duro de 500 Gbytes SATA 600 de Samsung y gráficos AMD Radeon HD 8670D. En PCMark 7 obtuvo 4.085 puntos, lo que da buena cuenta de su potente rendimiento, que será aún mejor cuando lleguen los nuevos procesadores AMD Kaveri.

Así, se convierte en una de las placas base de gama alta con mejor relación calidad/precio disponible para AMD, y puede encontrarse actualmente en el mercado a poco más de 100 euros. Aunque eso sí, su rendimiento queda por debajo del de la gama Sniper diseñada para Intel, mucho más apropiada para gamers exigentes, pero insistimos en que si nos fijamos en el coste de una propuesta y otra la balanza no se desequilibra tanto.

Las prestaciones en materia de sonido, su adecuada disipación, la distribución y variedad de las conexiones y el soporte para las futuras APUs AMD Kaveri son otro de sus fuertes, así como la inclusión de DualBIOS y componentes Ultra Durable 4.