¿Puede el 4G reemplazar tu banda ancha fija?

Las redes de banda ancha móvil de cuarta generación han llegado para quedarse pero con muy diferentes niveles de penetración en las diferentes regiones mundiales, en cobertura, velocidad y precio.

Sucesora del 2G y 3G, como preludio del 5G que ya está en fase de investigación y con la tecnología LTE como las más utilizada, su principal mejora es el aumento de la velocidad máxima teórica que es capaz de proporcionar: 100 Mbit/s en movimiento y 1 Gbit/s en reposo.

Pero ¿puede el 4G reemplazar la red de banda ancha fija para acceso a Internet que utilizamos en equipos de sobremesa y portátiles, permitiendo de paso, cancelar la linea y teléfono fijo?

Es lo que se han preguntado en The Next Web con un informe-encuesta en el que han analizado las posibilidades actuales del 4G en el mercado británico con unas conclusiones esperables ante el poco tiempo que esta tecnología lleva en el mercado.

La oferta es ya amplia con tarifas que incluyen acceso desde dispositivos móviles como smartphones y tablets y también en un dongle para utilizar de forma autónoma como router móvil.

El primer problema lo encontramos en el precio. Por lo general más caro que un acceso a Internet sobre línea fija. Otro aspecto penalizador es la limitación de la cantidad de datos disponibles en planes limitados (entre 1 y 8 Gbytes en Reino Unido), tras lo cual o el 4G pasa a una velocidad lamentable de apenas 2G o hay que rascarse el bolsillo en capacidad adicional para mantener velocidades del 4G.

En cuanto a las velocidades sí pueden ser suficientes en movilidad y para una parte de usuarios, ya que en Reino Unido puede alcanzar los 40 Mbps aunque como sabes, dependerá mucho de la zona, por lo que han situado la cifra media en unos realistas 17-20 Mbps como velocidad de bajada.

Está claro que para usuarios más exigentes o empresas con redes de área local esto no es suficiente especialmente ante líneas de fibra óptica cada vez más económicas.

Las conclusiones son claras: actualmente el 4G no puede sustituir a la banda ancha fija, ni por capacidad, ni por cobertura ni por precio, aunque puede ser una tecnología a considerar en movilidad o en sitios donde no lleguen las redes de fibra o conexiones de banda ancha de par de cobre aceptables. Conclusiones El caso español con un 4G incipiente