Samsung Galaxy Tab 3 8.0
Samsung se apunta a la moda de las ocho pulgadas y entrega un modelo, Samsung Galaxy Tab 3 8.0, que promete dar guerra en un segmento liderado por el iPad Mini de Apple y en el que también se encuentran terminales de la marca coreana, como el Samsung Note 8.0.
Ficha técnica
¿Qué nos ofrece este nuevo tablet? Nos encontramos en primer lugar ante un dispositivo de gama media, que por 300 euros, ofrece al usuario casi todas las características que va a necesitar para tener una gran experiencia en este terreno.
Limitándonos a las especificaciones de hardware, Galaxy Tab 3 8.0, incluye un procesador de doble núcleo Exynos (1,5 GHz), 1,5 GB de memoria RAM y 16 GB de almacenamiento interno, ampliables con tarjetas micro SD de hasta 64 GB. En cuanto a las cámaras, la frontal es de 1,3 MP (suficiente para videoconferencias), y la trasera es de 5MP. En el terreno de la conectividad, sigue con la tradición Tab de servir como teléfono, y es de agradecer el soporte para redes LTE.
Con estas especificaciones nos encontramos con una tablet que queda algo lejos del Galaxy Note 8.0, pero que en cambio tiene unas cuantas características que hacen que merezca la pena darle una oportunidad.
Comencemos por la pantalla. Galaxy Tab 3 8.0 monta un panel WXGA (1280 x 800, 189PPP) lo cual es una muy buena noticia para los que quieren tener una pantalla de gran calidad sin invertir muchísimo dinero. Conseguimos una imagen de gran calidad, colores profundos y buenos ángulos de visión. Resulta además muy apropiada para leer, con textos muy definidos e incluso más cómoda que las tablets de siete pulgadas.
Más buenas noticias. A pesar de que como casi todos los dispositivos de Samsung, este Galaxy Tab 3 8.0 está construido en plástico, la empresa coreana consigue entregar un terminal muy elegante, fino y muy ligero. Con 314 gramos de peso, ahorra 40 gramos con respecto al Note 8.0, situándose en el mismo rango que el iPad Mini (312 gramos). En el mismo terreno nos ha gustado tener en nuestras manos una tablet de sólo 7,4 milímetros de grosor, situándose también en este terreno en el rango del terminal de Apple.
Aunque quizás, la mejor noticia para Samsung, a la que normalmente se le acusa (no sin cierta razón) de hacer terminales «feos», es que ha conseguido construir una tablet realmente bonita, de las que nos gusta enseñar a nuestros conocidos. Sin abandonar el plástico, ha apostado por seguir la línea inaugurada por el Samsung Galaxy S4, apostando por líneas mucho más suaves y abandonando los terminales excesivamente curvos que entregaba en las revisiones anteriores para apostar por ángulos más rectos y modernos.
Si hay que ponerle una pega, tal vez podría haberse optimizado el rendimiento. Aunque las especificaciones técnicas deberían asegurar por sí mismas un funcionamiento fluido en todo momento, incluso en escenarios multitarea, tal y como pasaba en versiones anteriores del Galaxy Tab, no resulta infrecuente encontrarnos con cierto lag y en ocasiones aplicaciones que se congelan y fuerzan el cierre. En el mismo terreno aunque reproduce con soltura vídeos a 720p, no podemos decir lo mismo cuando la enfrentamos a uno de 1080 si el bitrate es elevado. Sin embargo este detalle no debería de ser un problema, ya que pocas veces vamos a utilizar nuestro tablet para ver una película de varios gigas de peso.
No es que sea lo habitual y en general la experiencia es buena durante el 80% del tiempo que pasamos con el terminal. Pero el problema es que estos pequeños fallos de rendimiento no los encontramos en su competencia más directa, como el Nexus 7 de Google o el iPad Mini. También nos hubiese gustado que Samsung hubiese premiado a sus usuarios incluyendo el S-Pen como complemento de la tablet. El stylus inteligente de la firma coreana sí que se incluye en cambio en el Note 8.0.
Por la misma razón Samsung tampoco incluye algunas de sus apps más populares, como S Note o S Memo, aplicaciones que aunque se encuentran en Google Play, se muestran como no compatibles con el dispositivo. Como contrapartida, la activación del producto nos regala 50 GB de espacio adicional en DropBox durante dos años y tres meses de suscripción a «El País» en la app «KioskoyMás».
Siguiendo en el terreno del software, Galaxy Tab 3 8.0 ofrece Android Jelly Bean 4.2 y algunas de las características que han hecho populares a las tablets de Samsung, como la posibilidad de dividir la pantalla o la detección de nuestros ojos cuando vemos una película, parando la reproducción del vídeo cuando apartamos la mirada.
Tanto en el apartado de duración de batería como en el de conectividad, el rendimiento de esta tablet es correcto y salvo algún pequeño lag que hemos detectado con determinadas redes WiFi, no hemos detectado ninguna incidencia que sea especialmente reseñable.
Conclusiones
Samsung Galaxy tab 3 8.0 es un tablet más que digno a un precio bastante ajustado dentro de su categoría. Por 300 euros obtenemos un dispositivo de ocho pulgadas que si bien no no ofrece lo último dentro del apartado del hardware, cumple de forma muy solvente en casi todos los escenarios.
Es cierto que la agresiva política de precios que experimenta el segmento de los tablets Android (encabezado por el Nexus 7) perjudica las ventas de las tablets de Samsung que por un lado sufren la fuerte competencia del iPad en la parte alta del mercado, pero que no pueden competir con los terminales más baratos.
A pesar de ello y sin ser un tablet que pasará a la historia de la categoría, sí que creemos que es un terminal muy recomendable, apto para el usuario que desplaza con frecuencia y que necesita algo más que una pantalla de siete pulgadas.