Los ordenadores táctiles siguen sin convencer a los usuarios
Windows 8 prometió cambiar nuestra forma de interactuar con el PC. Por primera vez en muchos años, los usuarios abandonarían la combinación del teclado y el ratón para utilizar los dedos, de la misma forma que con un smartphone o un tablet. Sin embargo algo ha fallado; para muchos consumidores, no hay razón para pagar más por tener un ordenador táctil.
Hace solo unos días que IDC, una de las consultoras de tecnología más importantes del mundo, reconocía que había tenido que revisar sus previsiones de ventas de portátiles táctiles. «Habíamos previsto entre un 17% y 18% de portátiles táctiles para este año pero, siendo honestos, parece demasiado optimista» asegura el analista Bob O´Donnell a Computerworld.
En Redmond tienen muy claro que la falta de hardware capaz de aprovechar al máximo Windows 8 ha sido un hándicap importante durante el lanzamiento y fuerza a la industria a reaccionar, recortando el precio de la licencia para equipos táctiles. La mayoría de analistas apuntaba a un descenso drástico de precios en equipos con pantalla táctil, al mismo ritmo que aumentara la demanda de los consumidores por ellos. De momento, esto no se ha producido y no parece que los usuarios estén dispuestos a pagar entre 300 y 500 euros más por tener una interfaz táctil.
«Windows 8.1 es un gran paso, pero deberían haber ido más lejos»
Llegados a este punto, el principal problema para Microsoft es la falta de confianza en su modelo. Tras la marcha deSinofsky (el motor del cambio en la estrategia del sistema operativo), muchos consideran el lanzamiento de Windows 8.1 como «un paso atrás«, encabezado por la vuelta del botón Inicio al escritorio. «El gran reto para Microsoft debe ser hacer un Windows 8 compatible con un entorno no tactil. El 90% de los ordenadores de este año no lo serán. Windows 8.1 es un gran paso, pero deberían haber ido más lejos» asegura O´Donnell, analista de IDC.
¿Qué ha fallado? ¿Por qué los usuarios no buscan en los lineales productos con pantalla táctil? ¿Qué motiva a los fabricantes a mantener hardware sin soporte touch en sus catálogos? Probablemente la respuesta esté relacionada con el software. Las killer apps con interfaz táctil brillan por su ausencia (empezando por los desarrollos de la propia Microsoft) y ninguno de los grandes del software tiene previsto adaptar sus programas para el control táctil. Y no, adaptar aplicaciones de mobile a PC no parece ser la solución.
Otros analistas se preguntan hasta qué punto es cómodo utilizar un ordenador con pantalla táctil más allá de los primeros cinco minutos. La falta de precisión que produce la distancia, la grasa que inevitablemente dejan nuestros dedos o interfaces no diseñadas para pantallas de gran diagonal hacen que la experiencia de usar un sobremesa táctil resulte radicalmente distinta que en un tablet o en un smartphone.
Por otro lado y en un escenario donde el navegador es la aplicación más utilizada por la mayoría de usuarios y los servicios web ganan terreno a las apliaciones de escritorio, el desarrollo de páginas (y aplicaciones web) diseñadas para el control táctil puede ser una clave fundamental. Por desgracia, ni los números de Internet Explorer ni los desarrollos de terceros auguran un futuro prometedor en este sentido, al menos a medio plazo.
Hasta ahora, cada nueva versión de Windows había servido como un importante estímulo para la industria del PC, algo que no está sucediendo en esta ocasión. IDC (tradicionalmente optimista) estima que en 2013 se venderán un 8% de ordenadores menos que el año anterior. Mientras, smartphones y tablets continúan creciendo a doble dígito, al tiempo que las voces que claman la muerte de PC son cada vez más evidentes.