Haswell llegará en cantidades reducidas por el bug con USB 3.0
La detección por Intel de un problema dentro de la plataforma Lynx Point, que como sabemos será utilizada con la próxima generación de procesadores Haswell de Intel, relacionado con el modo de ahorro de energía y los puertos USB 3.0 por el cual al entrar en el modo de suspensión S3 no se reconocían, al salir de éste, los dispositivos USB 3.0, ha movido al gigante del chip a tomar la decisión de lanzar dichos procesadores en cantidades limitadas.
Esto significa que, en definitiva, no habrá retrasos con la llegada de Haswell y que la compañía hará una especie de lanzamiento «de prueba». El problema se encuentra en los chipsets serie 8 (stepping C1), por lo que no cabe esperar una solución hasta que Intel lance nuevos chipsets revisados, algo que podría demorarse hasta mediados de año.
Debemos destacar que Intel ha considerado el problema como poco grave, algo que resulta evidente al ver que la compañía no se ha planteado retrasar la llegada de Haswell a pesar de conocer dicho problema de antemano. Por otro lado resulta razonable pensar que un lanzamiento «controlado» o en cantidades reducidas ayudará al gigante del chip a mantener estables las ventas de procesadores Ivy Bridge, con la consecuente limpieza de stock que supone.