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Análisis

Asus P1, un proyector LED compacto y práctico

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Asus no suele ser una marca asociada con proyectores, pero en esta ocasión no solamente presenta su propio proyector, sino que lo hace en una categoría muy poco poblada. El Asus P1 es un proyector pequeño, pero que no puede clasificarse como Pico Proyector pues tiene un tamaño de 125x130x33 milímetros.

Esta «ventaja» de tamaño la aprovechan en Asus para mejorar algunas de las limitaciones de los pico proyectores, como la resolución (el P1 ofrece 1280×800 puntos), la luminosidad (dispone de 200 lúmenes ansi) y otras características que veremos más adelante. Aún así (y a menos que estemos hablando de un Ultrabook o similar) cabe sin problemas en la bolsa del portátil.

Ficha técnica

 

Las primeras observaciones al desempaquetar el Asus P1 son de extrañeza. Para ahorrar espacio es habitual que en proyectores pequeños se reduzca la cantidad de conexiones disponibles, pero en este caso solamente encontramos la conexión al alimentador en la parte trasera y otra conexión plana en un lateral. Esta última sirve para utilizar el cable propietario que permite la conexión de fuentes externas: RGB o vídeo compuesto. Otros proyectores incluso de menor tamaño disponen de entradas digitales e incluso USB o MicroSD para reproducir contenido directamente.

Extraña también que el proyector no disponga de un altavoz interno y una entrada de audio, otra de las características que suelen encontrarse en proyectores más pequeños. En cierto modo tampoco el uso de este tipo de altavoces internos resulta extremadamente eficaz, pero en entornos pequeños puede permitirnos reproducir audio sin depender de altavoces externos o los incorporados al ordenador.

El resto del contenido de la caja es el alimentador (con el mismo conector que los portátiles de la marca, lo cual puede ser una ventaja) y una bolsa de transporte con dos compartimentos. Contiene adaptadores para distintos tipos de enchufe, un complemento interesante sobre todo para los más viajeros. Cuesta un poco embutir el proyector y los cables en la bolsa, pero una vez conseguida la operación podemos llevar todos los elementos de forma cómoda. Como ya hemos adelantado, una vez empaquetado puede caber en la mayoría de las bolsas de portátiles.

Llega la hora de ver en acción al P1. Hay que señalar que el proyector dispone de un sistema DLP con tecnología LED de Texas Instruments que proporciona una luminosidad de 200 lúmenes ANSI. Queda lejos de cifras de grandes proyectores pero es suficiente para presentaciones en salas con luz artificial, cosa problemática con la escasa potencia de algunos pico proyectores.

Además de la mencionada mayor resolución, Asus proporciona otras ventajas muy interesantes en este modelo. La primera es la cifra de «Throw Ratio», es decir, la distancia a la que el proyector tiene que colocarse para obtener determinado tamaño de pantalla. El P1 consigue nada menos que una pantalla equivalente a 40 pulgadas a una distancia de un metro. Algo que puede ser muy útil en distintas situaciones de uso como habitaciones pequeñas o en la que el soporte o lugar para el proyector esté muy cerca de la pantalla o pared.

Además el proyector dispone de un corrector de deformación trapezoidal automático. Esto significa que teóricamente podemos utilizar el proyector sin necesidad de que esté perpendicular a la superficie donde vamos a proyectar. Aunque el sistema funciona bien, hay que tener en cuenta que la corrección se realiza recortando el número de puntos que es capaz de proyectar y por lo tanto reduciendo la resolución. Por esta razón recomendamos colocar el proyector lo más perpendicular posible para que no tenga que actuar este sistema y tengamos a disposición toda la resolución de la que el proyector es capaz.

Durante su uso hemos apreciado la ventaja de poder encender y apagar el proyetor en unos segundos (gracias a la tecnología LED). La decisión de colocar la conexión de entradas en un lateral y la necesidad de utilizar un adaptador hacen que en ciertas situaciones el proyector de desequilibre hacia un lado por lo que hay que utilizar soluciones caseras para calzarlo (cosa que no resultará nueva para ningún usuario de proyectores pequeños). El pequeño pié de plástico (pretenciosamente llamado «instant height adjustment») no es realmente práctico y en la mayoría de las situaciones es preferible otra solución casera…

En lo que se refiere a la calidad de la imagen el P1 nos ha dejado agradablemente sorprendidos. Hemos sido capaces de utilizarlo en distintas situaciones de iluminación sin problemas, aunque en el caso de películas es recomendable (como con cualquier proyector) una habitación a oscuras, la imagen es visible con luz artificial y luz natural indirecta. Para proyecciones profesionales (presentaciones, hojas de cálculo…) es posible utilizarlo casi en cualquier situación.

La resolución de 800 puntos en vertical permite visualizar películas a 720 puntos, una ventaja con respecto a otros proyectores más pequeños. En cuanto a la luminosidad es excelente, propia de proyectores de mayor tamaño. El contraste también es muy bueno, por lo que su uso para la reproducción de películas es más que aceptable. En conjunto lo cierto es que la calidad de imagen que ofrece el P1 nos ha dejado muy buena impresión. La diferencia de tamaño y peso frente a un pico proyector, siendo el P1 aún lo suficientemente pequeño para ser transportado con comodidad, hacen que sea nuestra opción favorita si necesitamos un sistema de proyección y una buena movilidad.

Si a esto le unimos la posibilidad de proyectar muy cerca de la pantalla o pared, hacen que el P1 sea un opción realmente interesante. Lástima que la escasez de entradas y la imposibilidad de funcionar sin un ordenador puntúen en su contra, porque en caso contrario sería un producto prácticamente perfecto.

 

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