Análisis Mountain GTM 18

La firma española Mountain realiza una nueva incursión en el nicho gamer con un equipo repleto de tecnología de última generación y que podemos personalizar en función de nuestras necesidades y presupuesto. Hemos probado el nuevo Mountain GTM 18 en el laboratorio técnico de MuyComputer durante un par de semanas y estas son nuestras impresiones.

Dotado de una impresionante pantalla de 18,4 pulgadas y con un peso de 5,6 kilogramos, es evidente que resulta muy complicado encajar al Mountain GTM 18 dentro de la categoría portátil. Como ocurre con sus rivales naturales, la posibilidad de ejecutar videojuegos complejos con calidad implica renunciar a valores clásicos del mundo portátil, como el tamaño o la autonomía. A cambio, tendremos la potencia de un sobremesa en un equipo que podemos trasladar con cierta facilidad.

Mountain ha diseñado su equipo sobre un chasis fabricado con plásticos de alta calidad, un sistema de bisagras que convence (fundamental, dadas las dimensiones del panel) y con un tacto que tiene poco que envidiar a los mejores de su categoría. Del factor estético, siempre subjetivo, no termina de convencernos el dibujo tribal que preside el frontal del ordenador. Quizás hubiera sido mejor idea incluirlo como un vinilo opcional.

En el interior y sobre una placa basada en el chipset Intel HM67 encontramos un potentísimo procesador Intel i7 2670-QM de cuatro núcleos, 8 Gbytes de RAM DDR3 1333 MHz (en dos módulos) y un SSD de 120 Gbytes de capacidad firmado por OCZ. Completan las especificaciones básicas un RAID de discos Western Digital Scorpio Black de 500 Gbytes cada uno y una NVIDIA GTX 560M, con 1,5 Gbytes de memoria dedicada.

En lo relativo a conectividad, el equipo de Mountain cumple con creces incluyendo soporte para USB 3.0, eSATA, FireWire, Ethernet Gigabit, HDMI, DVI-I y lector de tarjetas. No faltan una webcam integrada de 2 megapíxeles, ranura ExpressCard, sensor de luz ambiental o el teclado retroiluminado.

Equipado con uno de los mejores procesadores de Intel, una generosa cantidad de RAM y un sistema de almacenamiento que combina lo mejor del SSD con dos discos duros en RAID, el Mountain GTM 18 vuela. Ni forzando un escenario multitarea con varias aplicaciones pesadas (incluyendo tests dedicados a saturar el micro) al mismo tiempo hemos conseguido poner en aprietos a uno de los equipos más potentes que ha pasado por nuestro banco de pruebas.

No podemos negar que disfrutamos midiendo el rendimiento del nuevo Mountain. Como podéis ver en la gráfica adjunta, la NVIDIA GTX 560M ofrece el potencial suficiente para mover cualquier juego a la resolución nativa del panel sin problemas y con una tasa de imágenes por segundo más que razonable. Para los que quieran más, Mountain ofrece la posibilidad de montar una segunda gráfica en SLI por 149 euros más.

Las malas noticias llegan del lado de la autonomía (a pleno rendimiento no supera la hora de duración) y el ruido generado por los ventiladores del equipo, que se ponen en marcha muy pronto y son necesarios para mantener la temperatura bajo control. Es justo reconocer que estos dos aspectos estarán presentes en cualquier equipo que disponga de un hardware de este nivel, más cerca de lo que podemos encontrar en un sobremesa potente que en un equipo portátil.

Conclusiones

El Mountain GMT 18 ya está disponible en la tienda online del fabricante por 1.485 euros. A este precio debemos sumar el coste de una licencia de Windows 7 (teniendo en cuenta que hablados de juegos, podemos descartar opciones basadas en GNU/Linux). Teniendo en cuenta sus prestaciones, el coste es razonable aunque no deja de ser un producto de nicho y orientado al usuario avanzado que busca lo último en hardware.

Respecto a sus rivales directos echamos de menos un paso más en diseño y sería genial que, junto al equipo, se incluyera un ratón gamer a la altura de sus prestaciones y algún accesorio más. En resumen, un equipo de gran rendimiento y construcción correcta que se posiciona como una opción interesante para aquellos que necesitan potencia extrema y están dispuestos a pagar más por un formato transportable.