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Batacazo de Ubuntu 12.10 en materia de privacidad

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amazuntu

La última versión de Ubuntu no ha gustado a mucha gente. A la regresión a nivel de rendimiento de Unity se le ha unido una característica realmente anodina e intrusiva en la forma de la publicidad que se ofrece en cada búsqueda que se realiza en el conocido como dash (menú lanzador / buscador de aplicaciones y archivos).

De hecho, nuestros compañeros de MuyLinux llegaron a calificar a las ‘lentes’ de Amazon (lentes o lenses, así se llaman los «plugins» de búsqueda que admite el dash de Unity) de «spam puro y duro», algo nunca visto en una distribución GNU/Linux.

Las quejas han llegado nada menos que a la Electronic Frontier Foundation (EFF), la más importante organización no gubernamental sin ánimo de lucro del mundo encargada de velar por los derechos y libertades del usuario en el ámbito tecnológico. Hace un par de días que la entidad emitió un extenso comunicado que no deja títere con cabeza:

«La nueva versión del dash que viene con Ubuntu 12.10 introduce algo más que anuncios de Amazon. Se incluye una nueva notificación legal que se puede ver haciendo clic en la «i» en la esquina inferior que indica que mediante el uso del dash, usted acepta automáticamente enviar su término de búsqueda y dirección IP a terceras partes.»

A su vez, Canonical se defiende con argumentos reales que cualquier usuario debería entender:

«No estamos diciéndole a Amazon lo que está buscando. Su anonimato se preserva porque manejamos la consulta en su nombre. ¿No confía en nosotros? Tenemos la raíz [Ndr: se refiere a la partición root del sistema]. Usted ya confía en nosotros con sus datos. Usted confía en nosotros para no meter la pata en su máquina con cada actualización. Usted confía en Debian y en una gran parte de la comunidad de código abierto. Y lo más importante, usted confía en nosotros para resolver algo cuando, siendo humanos, nos equivocamos.»

Así se expresaba Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, ante la avalancha de críticas. Pero no convence a la EFF, que recuerda que la privacidad se pierde igualmente si los resultados de las búsquedas privadas se transmiten a Canonical. Y dan ejemplos: asuntos personales y familiares, laborales, o incluso la colección de porno que se guarda en disco. ¿Por qué Canonical tiene que «meter la zarpa» en esos datos (es decir, conocer los términos de búsqueda que se emplean, no acceso directo a esos datos)?

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Es más, los usuarios de Ubuntu 12.10 aceptan implícitamente permitir a Canonical (en palabras de la EFF):

«Enviar pulsaciones de teclas como un término de búsqueda para productsearch.ubuntu.com y terceros seleccionados para que puedan complementar sus resultados de búsqueda con resultados de búsqueda en línea de dichos terceros, incluyendo: Facebook, Twitter, BBC y Amazon. Canonical y estas terceras partes recogerán los términos de búsqueda y los utilizarán para proporcionar resultados de búsqueda al utilizar Ubuntu.»

Así, la Electronic Frontier Foundation concluye su comunicado recomendando deshabilitar las ‘lentes’ de Amazon o la utilización de entornos de escritorio alternativos, como KDE, Xfce o el mismo GNOME clásico. Algo que mañana os explicaremos al detalle aquí en MuyComputer.

Lo único que parece cierto es que Canonical se ha equivocado. Ha cometido el mismo error de Microsoft con IE 10 y Do Not Track, pero al revés, lo que resulta mucho más grave, especialmente tratándose de una proyecto Open Source como Ubuntu. Han elegido por el usuario, y lo han hecho mal.

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Porque más allá de que los datos que se transmiten fuera del equipo sea algo que no le preocupe al usuario -y debería-, la sensación de estar usando un escritorio que te mete la publicidad en el mismo menú de aplicaciones, es decepcionante. Hay formas más inteligentes de financiarse, como han demostrado con los servicios de la casa, léase Ubuntu One y derivados (tienda de música, centro de software, etc), e incluso su nuevo sistema de donaciones.

La situación que ha creado Canonical es lo suficientemente grave, de hecho, que las Shopping Lens -ese es su nombre oficial- de Ubuntu 12.10 podrían ser ilegales en Europa debido a las leyes de protección de datos comunitarias. Lo explicaban muy bien hace unas semanas en Genbeta.

A pesar de todo, como decía Mark Shuttleworth, los creadores del «Linux para seres humanos» son también humanos, propensos a la equivocación, pero con el derecho y deber de rectificar. Esperamos, pues, que lo hagan pronto.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

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